«Pingyaoandando» arriba y abajo, nos damos cuenta que China es un gran destino.Diríamos que todas las visitas recomendadas son a monumentos catalogados como Patrimonio de la Humanidad, un regalo para nuestros sentidos y los de todo visitante


La Mansión de la familia Wang, fue su residencia privada y primer hogar en 1312, donde habitaron 300 miembros de la misma. Su historia va de la pobreza a la riqueza. Empezaron como campesinos y vendedores de tofu, antes de entrar en la política y los negocios. El complejo tiene 54 patios y 1.052 habitaciones.
Con el tiempo muchas de las residencias se vendieron a extraños sin ningún lazo de consanguinidad
Hoy se exhiben como museo, vive gente ajena a ellos, se celebran exposiciones, se filman películas…etc Los edificios Wang incluyen una atrayente colección de esculturas y grabados sobre madera, ladrillo y piedra.

EL TEMPLO SHUANGLIN, ubicado a 6 km de la antigua ciudad de Pingyao, es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 1997. Vale la pena una visita para quienes están interesados en el budismo, arte antiguo o historia.
Las salas del templo están llenas de esculturas de dioses budistas.
En la Sala de los Dioses, cuatro guerreros budistas, por cierto muy polvorientos, alcanzan una altura de tres metros cada uno y son reverenciados por los fieles por su poder y grandeza. A nosotros podemos decir que casi nos atemorizaban

Los chinos tienen un concepto diferente sobre la belleza de la piel. Consideran que la pálida es más atractiva que la bronceada. La sociedad china vincula una cara morena con la población que trabaja en el campo, así que estar bronceado es un indicador más de clase social pero en este caso, negativo. «Una piel pálida es más respetada en la sociedad china”
En moda se ven dos tendencias totalmente opuestas, la que pauta la elegancia y el refinamiento y la desenfadada que supera a lo grotesco.
Dong da jie es el nombre que tienen muchas calles con mercados y puestos callejeros de comida en China
Vale la pena darse una vuelta para ver la variedad de alimentos desconocidos para la mayoría de occidentales y para la degustación de los más atrevidos y sin manías.
De los puestos de perro asado, lacado…etc, nos reservamos el derecho a no mostrar fotos por respeto a ellos, es algo que cuesta aceptar. Ahí la diferencia y diversidad entre culturas (aunque nosotros comemos conejo, cerdo, pollo, paloma, codorniz… y en realidad ¿dónde está la diferencia?
Hay días que nos vamos como arrastrando, ¿Será debido quizás al acumulo de experiencias nuevas, o a la diferente alimentación, o bien al tener que estar alerta en todo momento, o al querer entender todas las explicaciones, o al desespero de que no nos entiendan ni en inglés, o que con los más de 70 ya empiezan a pesarnos, o a que queremos abarcar demasiado?
Pero lo que si es indiscutible es que «VIAJAR ES UN TRABAJO», pero el mejor trabajo del mundo!
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