No es que tengamos especial interés en ver como se pelean dos gallos. En verdad es algo cruel, y penoso que sea considerado como un espectáculo, pero cada día nos despierta un gallo… Y resulta ser uno de los gallos de pelea de un vecino cercano a la casa en la que nos alojamos. Cuando estás durmiendo plácidamente envuelto en el silencio y te despierta el canto insistente de un gallo, dan ganas de salir en su busca y «asesinarlo».
El gallo de pelea para que pueda combatir, al mes de su nacimiento, debe de ser registrado. Sus datos corresponden a una numeración grabada en una etiqueta metálica colocada en lugar visible.
Una tarde fuimos a verlos, nos interesó «el tema» para explicar en nuestro blog todo lo referente a este «mundo cruel», como es el que hace sufrir a los animales para «divertimento» (corridas de toros, corre bous, peleas de gallos…etc) Las peleas de gallos son la locura de los apostadores que entre gritos y picotazos ven su dinero correr. Es ganar o perder. Todo es rápido, se apuesta rápido, se grita, se suda y ese olor!… Es un espectáculo “macabro” donde el perjudicado es el gallo ganador, pues una vez curado de sus heridas, volverá a pelear con otro gallo de su mismo género o raza de aves denominada «aves finas de combate».
Son muy habituales en la República Dominicana y están reguladas por el ayuntamiento de cada municipio. Los llamados gallos de pelea o de combate pertenecen a un grupo de raza o tipo de pollos domésticos (Gallus gallus domesticus”) caracterizados por tener un comportamiento sumamente agresivo. Se crían con el objetivo de enfrentar los machos entre sí a modo de diversión para quienes gustan de este tipo de espectáculo.
Lo que los distingue de las demás razas de pollos es su comportamiento, ya que tienen altamente desarrollado el sentido de la territorialidad y consideran rivales a todos aquellos que transgredan los límites de su territorio.
Las peleas más antiguas de las que tenemos noticia ocurrían en Asia. En China ya se celebraban hace 2500 años y es posible que mil años antes se hicieran en la India. Posteriormente, se introdujo en América por los conquistadores españoles.
A los gallos los enfrentan y seguidamente empiezan los picotazos y la pelea. La estrategia es agarrar con el pico la nuca del contrario y con un salto atacar con los espolones artificiales y tumbarlo.
Los gritos no cesan, casi todo son hombres. – “¡Voy al blanco!, ¡dos mil, dos mil!”. Empieza la provocación y las apuestas en la gallera que al momento se convierte en un mercado. Es un «espectáculo» con muchos detractores, turistas y sociedades protectoras de animales. Sin embargo la pelea de gallos es un “deporte” que sigue expandiéndose. A parte de entretener es una forma rápida de hacer dinero efectivo, siempre y cuando se entienda de gallos y se sea un buen apostador. Por más humilde que sea la gallera, se mueve mucho dinero. Hay que apuestan hasta 20.000 pesos!
Y de repente… un picotazo letal termina la pelea !
Hola, com sempre ho expliques molt be saber de tot está be. Pero en definitiva estic segura que no m’agraden ni m’agradarán mai les «peleas de gallos» Tornareu el dimarts que ve??? Una forta abraçada pels dos 🥰🥰
Son molt tremendes! Una experiencia com un altre i real com la propia vida. Ja estem a la recta final . Sempre tindrem un peu aquí i un altre allà… Petons