Palawan(El Nido,Port Barton,Puerto Princesa)Filipinas/sudeste asiático 2

Llegamos a El Nido (isla de Palawan) en un “fast ferry” desde Corón después de tres horas y media de buena mar. La entrada es magnífica, por ver las colosales montañas cársticas de paredes verticales, que llegan a pie de playa.

La Unesco, declaró la Isla de Palawan en Filipinas, santuario marino patrimonio de la humanidad en diciembre 1993. El Nido y Port Barton son lugares turísticos muy visitados y su capital es Puerto Princesa. Conmasde70, queremos conocer al máximo cada rincón. Vemos en las pequeñas agencias la oferta llamada”Island Hopping”. Llevan grupos de hasta 20 personas en bangka durante un día a través de 4 circuitos a escoger, con el “todo incluido” (comida, toallas, equipo de buceo, guía…) Buscamos un guía que nos organice un tour privado de dos días. Vale la pena, anclar la barca a demanda.Salimos temprano del hotel con Cristian, el que será nuestro guía estos dos días. Haremos en solitario dos de los tours (A y C) combinando el modo de visitar los lugares al contrario de los grandes grupos. Intentaremos visitarlo todo en solitario,  ¡Bien organizado se puede! La barca “Lady Carla” es espaciosa, con unos buenos toldos y un par de bancos a estribor y babor. ¡Que ilusión! Oír solo tan solo el ruido del motor y no las conversaciones ajenas. Poder estar el tiempo que queramos en cada punto incluso cambiar sobre la marcha… Cristian, es un buen guía…Enseguida entiende nuestra forma de querer disfrutar de la naturaleza (en silencio, sin aglomeraciones y sin prisa). Tenemos tantísimo por explorar. Viendo que nos sorprenden las cuevas marinas,  exploramos dos. ¡Qué maravilla! Nos sentimos espeleólogos. Las formas de las paredes kársticas en contacto con el agua, cambian su forma y color. La primera en “Pasandingan Beach”. Penetramos en ella a través de una grieta no identificable fácilmente sin guía. Para la ocasión los escarpines son lo ideal, pues hay muchas rocas con aristas. En su interior las paredes se ensanchan permitiendo penetrar la luz por un orificio exterior. Desde todo punto de mira es…»Hipnótico”, (foto Secret Lagoon-Simisu island) Es como un curso avanzado de espeleología. La 2ª cueva a 250m de la playa, se accede a ella con dificultad, pues hay un segmento muy angosto rodeado de muchas aristas de caliza. Cristian es como nuestro ángel bienhechor, nos ayuda, protege e indica los puntos constantes de aristas que sobresalen. El practicar “caving” emociona en todo momento. Los colores y texturas son distintos del exterior. Una vez pasado el escollo, es como estar en el interior de una catedral. Nos admira lo que nos rodea, parece una obra gaudiniana. En las paredes miles de conchas de ostra recuerdan su “trencadis”. Su suelo es un lago sin vida (debido a la escasa luz) de poca profundidad, con fondo de arena. ¿Repetimos? “7 Commando beach” y “Stard Beach”(en la foto,frente a “Mantinloc Shrine”), son las dos preciosas playas a las que nos acercamos para hacer la siesta, después de la comida a por cierto preparada y cocinada en plena navegación entre islas…¡Tiene mérito! Para “relaxing siesta”, Cristian atraca en una playa espectacular con el agua azulísima. Cuando llegamos, hay dos bangkas en la playa. Vemos unas casitas de madera alineadas a lo largo de media playa. Son libres para dar sombra al que llega, comer y siestear. Mario se estira en uno de los anchos bancos. Isabel recorre la playa de arriba a bajo, fotografiando y disfrutando de los chapuzones en esas aguas turquesa transparentes.En tres cuartos de hora empiezan a llegar barcas. Cuando Mario se despierta contabilizamos dieciocho. A penas queda espacio para bañarse a gusto, las barcas se tocan entre sí. ¡Nos vámos! Se puede llegar desde “Corong Corong” negociando con los pescadores para ir y regresar. Si te gusta el ambiente, desde luego lo hay. El hotel del final de la playa que le da el nombre es muy étnico, tiene buen servicio de bar y buena música. En el centro de la playa, hay un chiringuito en el que ofrecen agua de coco, partiéndolo de un machetazo. Es una playa tranquila cuando no hay invasores…De regreso, en la playa de El Nido, antes del atardecer los restaurantes preparan el pescado fresco y marisco para las barbacoas nocturnas. ¡Que buena pinta! Un plato típico son los mejillones gigantes grill. El pescado y marisco expuesto se cocina a la barbacoa a la vista de los comensales. Olor de barbacoa, humo  de carbón vegetal, aceite para las antorchas que iluminan la playa, músicas de distintas procedencias se mezclan con las risas ¡Demasiado para nosotros agotados del completo tour, de un día enteramente de buceo y emociones…Y nos quedamos también, sin conocer la playa de Corong Corong y su magnífica puesta de sol (no por falta de tiempo sino por cansancio). Llegamos agotados de sol, nadar, bucear, de admirar todo lo bello, de fotografiar, de navegar, de subir la escalerilla tantas veces desde el agua…en fin, que en algo se tiene que notar que somos los de “#conmasde70. Aquí hay demasiada gente para nuestro gusto. De este lugar nos gusta lo bello de la naturaleza, no la explotación turística que enturbia esa belleza. El pueblo en sí son dos calles polvorientas con muchos triciclos, tenderetes de útiles de buceo y muchas agencias de venta de tours A, B,C y D. Dejamos a un lado lo mal urbanizado y caótica expansión para explicar el gran potencial en belleza natural: El Nido, situado al norte de Palawan, nos ofrece el espectáculo de impresionantes rocas emergiendo del agua llenas de vegetación, entre lagunas de aguas cristalinas. (en la foto Hidden beach- Mantinloc Island) Es un lugar de privilegio camuflado entre rocas kársticas, a la entrada del archipiélago de Bacuit. Considerado uno de los lugares naturales más bellos del mundo, principalmente por su paisaje kárstico «a lo bestia», con lagunas escondidas, playas secretas, preciosos arrecifes y paisajes inolvidables…Los 4 circuitos que ofertan en todas las agencias del pueblo son idénticos. Es una suerte haber encontrado una salida a nuestra medida, para nosotros  solos, más los tres de tripulación. Nuestro guía, capitán y grumete: Cristian, June y Burt. Y la bangka “Lady Carla”.¿Preparados para zarpar?¡Salimos! 1º día, recorremos las islas de Miniloc y Simisu, con sus lagunas: “Secret Lagoon”, a la que accedemos pasando de un lado al otro a través de una grieta en la roca, ¡Suerte de los escarpines! Cuando la marea está alta se tiene que pasar buceando, quizás nos hubiera gustado más…por lo emocionante. Lo que más nos apasiona es hacer snorkel, estas aguas son de campeonato y el día no puede ser mejor. ¡Gracias Dios mío, por ser testigos de esta naturaleza tan potente!  En “Small Lagoon” (lleno de bangkas…Ni si quiera anclamos),”Tween Rocks” (snorkel por la zona), en “Big Lagoon” (ideal el kayaking en aguas esmeralda) Sobretodo, si Cristian ancla cuando los demás se van…) Qué maravilla sus aguas turquesa y esmeralda! Con esa transparencia de lujuria!!!¡Como disfrutamos con el kayak y buceándo en la gran pecera marina!, haciendo fotos a curiosos peces de vistosos colores que se acercan sin temor aparente… ¿Estarán habituados a los visitantes?…Comemos y zarpamos para hacer la siesta en “7 Command Beach”, una espectacular playa de arena blanca, agua azulísima y coral para disfrutar del buceo con tubo. El fondo marino es magnífico! Aunque estamos ya bastante cansados, tras la siesta no nos resistimos a volver a nadar es estas aguas cristalinas que nos muestran el espectáculo de su arrecife de coral. Finalizamos el día acercándonos a “Nat Nat Beach”, donde la curiosidad estriba en ver en el centro de la playa una gran roca kárstica invadida por un árbol y sus raices (como si de un templo de Angkor en Camboya, se tratase) ¡Curiosidades de la Naturaleza!  El 2º día, empezamos navegando por la isla de Cadlao con sus 11 playas. En Pasandigan beach, exploramos su cueva. “Secret Beach”, es otra sorpresa de belleza natural. Una playa muy pequeña a la que solo se puede acceder a través de una estrecha gruta. Desde luego este archipiélago no tiene desperdicio, uno se siente tan afortunado! ¡La belleza de cada rincón entra bañando el alma de energía! “Star Beach”, la maravillosa “Hidden Beach” nos deja sin aliento. Es una playa escondida a la que se accede acompañados por dos entradas de aguas cristalinas muy estrechas. Nos atrevemos a asegurar que es uno de los lugares más bellos de todo el archipiélago.Tantas veces uno se queda sin palabras para describir lo bello! Aquí necesitaríamos un diccionario de sinónimos para no repetir palabras.Comemos a bordo contemplando su entrada. “Stard Beach”, en frente de “Mantinloc Shrine”, para reposar, sestear y reponernos del cansancio. La última visita en “Helicopter Island”, (su silueta nos recuerda un helicóptero), donde volvemos a hacer un rato más de snorkel y nos tumbamos agotados en la orilla contemplando toda la belleza que somos capaces de retener en nuestras pupilas. Es todo tan colosal, que a ratos parece que no podamos absorber ya más maravillas. Las fotos captadas en el IPad, nos devolverán de nuevo el aliento que en ocasiones hemos perdido ante la imponente belleza y podremos saborear el enorme atractivo natural de estos parajes de ensueño. Nos pregunta Cristian si queremos ver algún islote más, pero…Preferimos regresar…¡Mi casa…! Estamos exhaustos! La maravilla de las maravillas como todos explican de Filipinas es El Nido. La verdad es una preciosidad de una belleza sin igual. Pero demasiado masificado, un poco agobiante transitar por sus apenas dos calles principales. Están edificando mucho y hay polvo por todas partes…De todos modos, hay sitio para todos. El caso es saber lo que cada uno busca ya que hay  opciones para todos los gustos.                        En el hotel, Mario prepara su mochila, en la mía tan solo falta encajar las aletas y el tubo. Tenemos que aprovechar el wifi, vamos algo atrasados con el post. Hemos hecho tantísimas fotos que seleccionarlas es un buen rato. Uno de los felices momentos del día es el que recién duchados nos sentamos en la cama y seleccionamos las fotos. Bueno, en realidad…¡Todos los momentos del día nos hacen felices! ¡Andar el mundo es una gran asignatura!

Nos subimos a un mini bus de linea local en dirección a Port Barton…Entre verdes lomas, la carretera transcurre cigzageante atravesando arrozales, algunos completamente inundados, otros verde intenso, y otros ya tostados a punto para la siega. Se entremezclan con campos de plataneras y cocoteros. De vez en cuando alguna sencilla casita de madera nos da idea de la sencillez de la vida en la isla. Nos detenemos a comer en el único puesto del trayecto. (Ensalada de anchoas frescas y pollo). Durante el camino nos llama la atención ver la jungla despeñándose sobre la bahía, dándole ese aire salvaje que nos enamora. Llegamos a Port Barton, pequeño enclave costero ubicado en una gran bahía con su larga playa de San Vicente en medio. Al llegar tenemos que registrarnos en la Oficina de turismo y pagar la ecotasa turística imprescindible para hacer cualquiera de los tours de Island Hopping , solo piden este ticket si haces alguno de los tours que ofertan en el pueblo (mucho más económicos que en el Nido). En Port Barton, solo hay luz eléctrica de 6 de la tarde hasta las 12 de la noche. Las calles se llenan de velas y la playa de antorchas, es como otra dimensión…Se respira otro clima, mucha tranquilidad, silencio y paz…Nuestra primera puesta de sol es espectacular y de una bellaza extraordinaria. La paleta de colores es inmensa. Las mesas en la arena de varios establecimientos de restauración invitan a contemplar tal maravilla. Con los pies en la arena, escuchando el sonido del mar y tan solo contemplando el cambio de colores en el firmamento y el agua del mar, es como estar en la platea del teatro “Tierra”, observando entusiasmados el gran espectáculo que a diario ofrece esta bahía cuando se pone el sol ¡Cada día tiene su función de atardecer! ¡Bravo por el espectáculo! Un rato después, contratamos a un barquero para que nos lleve a observar el fenómeno del plactón luminiscente… El mar está calmo pero la brisa es fresca, (¡Suerte de la toalla del hotel!). Con la luna en cuarto creciente, ¿Somos ingénuos o más bien bobos? Navegamos rumbo sur, buscando la zona más oscura de la bahía. Paradis Island, donde el baño nocturno en plena oscuridad deja ver el plácton con cada movimiento brusco. Una vez detenidos, agitamos el agua por el lado que la barca da su sombra al mar…Vemos el placton brillar entre los dedos, como los pequeños destellos luminiscentes salen de nuestras manos. Si con casi media luna se ve así de bien, ¿Qué será con luna nueva? Nos perdemos un chapuzón para vernos el uno al otro fabricando “bolitas de luz” (estamos resfriados y con tos, que no podemos curar con tanto buceo). Es una pena pues ya conocemos la belleza del fenómeno…Pero tenemos mucho camino por delante…¡Atchissss! ¡Jesússsss!                                                       Port Barton es como un paraíso solitario al que todavía no ha llegado demasiado el turismo.¡Es nuestro paraíso por tres días! El mismo barquero de anoche nos propone un tour privado de un día por la mitad de precio que en El Nido: “Paradis island”, “Starfish Island”, donde ver cientos de estrellas de mar. “Sand Bank”, una lengua de arena que emerge en mitad del mar con decenas de estrellas de mar y un increíble arrecife alrededor. “Fantastic Reef”, Twin Reef”,  “Long Beach”, una playa de 14 km, muy poco urbanizada cerca de San Vicente. “Bigaho Falls”… Empezamos navegando hacia la playa de Bigaho.                                               Allí, donde termina la arena, atravesamos su aldea. Hay muchísimos cocos secando al sol para elaborar con su pulpa seca, aceite (copra). Vemos búfalos pequeños típicos de la isla de Mindoro. Recorremos un sendero muy bonito durante unos diez minutos que nos conduce hasta el salto de agua. ¡Bonito, bonito,bonito! Apetece muchísimo el baño, el agua fresca y dulce sienta de maravilla. La altura de la cascada es de unos 25m.
Seguimos navegando, anclando, buceando, visitando islas solitarias…La calma de los alrededores de Port Barton es sin duda patente, todo es relajado. Es maravilloso navegar en sus aguas, dejarse mecer por la corriente, bucear en sus arrecifes, sentarse en la barra de arena hasta flotar cuando sube la marea…Nos divierte imaginar que nos quedamos en una isla. Construimos una casa de bambú con el techo de hojas de cocotero, platos de conchas de grandes moluscos bivalvos y los vasos de coco…¡Seríamos capaces! Ahhhh, y con una pequeña bangka atracada en la arena y como no…,¡Un buen Wifi!Port Barton, lugar ideal para practicar snorkel y alojamiento tranquilo.¡De aquí no nos vamos! Es un lugar maravilloso. Un pueblo pequeño de pescadores, con no mas de tres calles principales en las que apenas transitan vehículos, donde es fácil encontrar alojamientos a pie de playa y caminar hasta bonitas cascadas, o a otras playas de arena blanca. Port Barton respira relax entre sus habitantes y viajeros. Tiene construcciones bajas, pequeñísimas tiendas de comestibles, fruta, un barbero, un mecánico. Hay casi de todo pero a pequeñas dosis. Dos o tres días es el punto de una estancia agradable. ¡A los jóvenes les encanta! Hay muchos mochileros amantes de la quietud. Incluso la música por las noches en la playa es”Chill-Out”. El único problema es la carretera para llegar y regresar, ya que está en muy mal estado. Hay zonas en las que está completamente sepultada por los constantes desprendimientos, con el consabido polvo, barrizal, baches y lentitud…  Salimos en una Vanette pública con destino Puerto Princesa. Las mochilas en el portaequipajes van cubiertas con una lona plástica. Tres horas de viaje y dos paradas para “confort room” (como llaman aquí al WC). Tres horas compartiendo baches con doce mochileros y el conductor. Nos encanta ser mochileros viajeros y conversar en los trayectos con personas tan variopintas e interesantes…En esta ocasión nuestro amigo de trayecto es un joven madrileño, afincado en México que está gestando proyectos de turismo sostenible en la isla. Es lindo ver volar a los jóvenes emprendedores que saben vivir la vida, sin apegos ni ambiciones, tan solo deseosos de conocer el mundo. Durante el camino de llegada nos llama la atención ver la jungla despeñándose sobre la bahía, dándole ese aire salvaje que nos enamora.                         La primera impresión de Puerto Princesa no es la esperada como capital de la isla Palawan. Nos parece que ya su nombre inspira a parecer una ciudad elegante y cosmopolita y no es así. Tan solo es una ciudad de negocios y burocracia, con un moderno aeropuerto. A 50 Km al noroeste, se encuentra el Parque Nacional del Río Subterráneo, el Cabayugan, río que desaparece y fluye bajo tierra a lo largo de 8,2 Km. a través de cuevas, formaciones kårsticas  de estalactitas y estalagmitas, desembocando finalmente en el mar de China. El motivo por el que la gente viene hasta aquí es principalmente la de visitarlo. Declarado Patrimonio de la Humanidad y una de las 7 Maravillas del mundo natural. De las dos opciones para su visita: ir en bangka hasta la playa, caminar hasta la entrada de la cueva y luego navegar en otra barca a través del rio subterráneo, o hacer el Jungle Trek, atravesando la selva bajo la cual fluye el río, 5,3 km por el camino del Parque Nacional, con un paisaje muy verde y frondoso entre montañas kársticas…Conmasde70, queremos hacer las dos modalidades, a cual más interesante! El resfriado y la congestión solo nos permiten hacer la parte fácil, la Del Río…

Nos sentimos un poco “ganado”. Hay muchos grupos sentados a la sombra de los cobertizos del puerto, a la espera de la barca adjudicada…¡Tenemos paciencia!  Una vez en nuestra barca (6 personas y el guía), hacemos un recorrido de unos 45 minutos por el interior de la cueva. El río tiene 8,2 km de largo de los cuales 4,3 km son navegables, nosotros hacemos solo un tramo alumbrado con un foco que lleva el barquero. Durante el recorrido, nos va mostrando las diferentes formaciones de roca con los distintos nombres que les han bautizado según sus formas y colores. Nos han proporcionado auriculares en español (es como un Parque Temático… Pero se agradecen, pues así, no se oye ningún comentario). Los tramos con cientos de murciélagos colgados en las paredes (por todos los rincones) con su olor especial a guano, nos salpican de algún que otro pipí…

Es un impactante “tesoro”, considerado la 7ª maravilla de la naturaleza.             Una maravilla realmente impresionante. Es como un viaje navegando el centro de la tierra. Habitan murciélagos y otros animales ciegos e incluso sin ojos, es un hábitat de oscuridad y especial temperatura. Es muy agradable pasear al atardecer por el “Baywalk”, el paseo marítimo de Puerto Princesa, está muy concurrido pero es inevitable, tenemos que compartir la magnífica puesta de sol con todos los amantes de lo bello. Por lo demás no hay mucho para hacer aquí, a parte de algún treeking por la jungla. Continuamos con mucha congestión nasal y tos, por lo que no hacer nada es lo apropiado. Regresamos al hotel.En el aeropuerto, esperando el avión para Legazpi (escala en Manila), ultimamos detalles para colgar el post. Releyéndolo, volvemos a disfrutar de las imágenes aún tan vivas que nos dejan un recuerdo maravilloso de esta gran isla “Paraguas” como se denominaba a Palawan en tiempo de los “españolitos”.

Continuará… Galería de imágenes:

 

 

2 thoughts on “Palawan(El Nido,Port Barton,Puerto Princesa)Filipinas/sudeste asiático 2

  1. Hola…es tant fantastic tot el que esteu vivint!!! Mai havia vist unes aigues tant clares i de colors tant bonics, i l’illa de les.montanyes karstiques….qina maravella !!! I les platgetes…quina passada !!! No havia vist mai tantes maravelles juntes en tant poc terreny. Quin viatge tant fabulós que esteu fent !!! Espero que ja esteu be del encostipat, si teniu de parar uns dies, dons ho feu, pero cuideuse molt que teniu de seguir amb plena forma. Bueno molts petons i esperant les novetats cada dia

    1. La veritat es dels llocs mes bonics que hem visitat!
      Anem arrosegan una congestió nasal que no vol marxar ( normal amb tants banys, buceos i termes…Sempre a remull!Ens cuidem.
      Dintra un parell de dies veurem si Deu ho vol, al tauró ballena, a Donsol, ara mateix Mario está buscant lloc per hospedatje . I seguim . Ptns

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