Llegamos a Auckland (NZ) procedentes de Tokio después de una escala en Kuala Lumpur.
De Oceanía habiendo conocido previamente la “Gran Australia” junto a nuestros hijos y cinco amigos, (durante un mes y medio con una “Vanette” y tienda de camping, recorriendo 11.500 Kms.), nos quedó para mejor ocasión la “Pequeña Nueva Zelanda”. Ahora es la ocasión. Conocemos en fotos sus paisajes naturales increíbles y queremos verlos en vivo.
Sabemos lo poco poblada que está la isla. Queremos ver su escala de verdes infinitos, sus geisers, sus playas, todo, todo todo!
Como hicimos en Australia, queremos recorrer la isla en “Homer”, ya que es un país muy bien adaptado para ello. Sabemos que la vida, en general, resulta muy costosa aquí pero al no ser alta temporada nos será un poco más asequible.
Nueva Zelanda tiene muy poca contaminación ambiental, por lo que los rayos UV son muy fuertes. Nos protegeremos muy bien con sombrero y protector solar. Al tener tantos kilómetros de costa, vamos a gozar de unas temperaturas templadas y agradables (ahora es su otoño).
Llegamos al aeropuerto de Auckland en vuelo directo procedentes de Kuala Lumpur / Gold Coast. Es la ciudad más grande, cosmopolita y en la que una tercera parte de la población de Nueva Zelanda vive en ella. También es la capital económica del país y el principal centro de transporte. La ciudad yace sobre un estrecho itsmo volcánico y se esparce bordeando numerosas bahías, hasta llegar al puerto natural de Waitemata (este) con el golfo de Hauraki y el puerto de Marukan (oeste).
Cuentan que los primeros moradores fueron maoríes llegados hace 600 años y que en 1642, los ingleses se asentaron formando la capital en Auckland, por lo que es el último gran territorio del mundo que ha sido colonizado. Hoy es la ciudad con más barcos por habitante del mundo. Se nos presenta una isla tan preciosa que ya cuando preparábamos el itinerario teníamos muchísimas ganas de conocer.
Enseguida vamos a recoger la campervan que será nuestra «hogar dulce hogar» durante los próximos 40 días. Revisamos bien nuestra casita.
Es impecable, la cocina muy bien equipada, la lencería, la cama standar matrimonial, la toilette y ducha de manguera (muy made in Usa). En todo su conjunto le damos una cualificación de 8,5.
Para probarla, vamos en dirección al centro de la ciudad pasando antes a escalar uno de sus 48 volcanes inactivos, el Mt Eden desde el cual obtenemos una vista fantástica a 360º de la ciudad. Dicho así parece una gran excursión pero llegamos a su falda en coche que dejamos en el aparcamiento y acto seguido andando hasta la cima. La vista panorámica de la ciudad su puerto y todo su entorno es formidable, ya que estamos a 196 m. de altura sobre el nivel del mar. ¡Bien, en este país no te cobran un ticket por ver una bonita vista!
Iniciamos nuestro itinerario hacia el norte de la isla Norte con la intención de llegar hasta la península de Whangaparaoa, para visitar el Shakespear Park, el que nos ofrece tres itinerarios diferentes. Elegimos el Lookout track.
A su entrada nos encontramos con una doble reja para evitar la huida de los animales que habitan en el parque. (Vacas, toros, terneros, corderos, y una importante y masiva población de kiwis). Unos metros más adelante, junto a otra puerta que hay que cerrar después de pasar, se nos invita a frotar con cepillo y un líquido especial los zapatos y así evitar cualquier tipo de contaminación.
Atravesamos un frondoso bosque húmedo con árboles centenarios sobre pasarelas elevadas, hasta alcanzar unos extensos prados que conducen hasta la cima del monte y su mirador de 360°.
Desde donde vemos incluso el Skype line de Auckland, las islas del golfo de Hauraki y los parques de Wenderholm y Mahurangi.
Seguimos ruta. El mar ha ido erosionado muy distintos panoramas en esta costa. De vez en cuando nos detenemos a contemplarlos.
Hay muchos lugares en los que encontramos zona para aparcar con lavabos. Es muy cómodo viajar con «la casa a cuestas», en este país encontramos todas las facilidades para ello.
Esta noche disponemos de luna en cuarto creciente, mesa y bancos sobre hierba al borde del mar y fruta variada con café con leche. ¡Buenas noches!
Por la mañana al salir el sol en Tutukaka, quedamos fascinados del lugar elegido anoche para acampar. Mientras desayunamos dos gaviotas y dos patos nos acompañan sin temor.
Reemprendemos la marcha con una parada en Kawakawa para visitar su cueva “Kawiti Glow Worm”. Es fascinante y muy interesante conocer el ciclo evolutivo de estos insectos de luz o gusanos luminosos de Nueva Zelanda.
En su ciclo vital de un año, pasan once meses como larvas luminosas tejiendo un nido de moco, seda y filamentos para atrapar los insectos de que se alimentan. La luz que producen es tal, que una vez estamos habituados a la oscuridad de la gruta, podemos llegar a ver nuestras siluetas. Nos sorprende que una visita tan interesante no figure en la guía turística por lo que os dejamos este link ( http://www.kawiticaves.co.nz/) www.kawiticaves.co.nz
Toda esta parte de la Isla Norte, es un ejemplo de tierra fértil para el pastoreo. Las colinas nos parecen terciopelo verde, y las praderas esponjosas llegan con su hierba hasta invadir el asfalto de la carretera.
Llegamos a Waitangi cuando cae el sol. Es el lugar histórico por haberse firmado en 1840 el acuerdo entre La Corona Británica y los maoríes. Disfrutamos paseando por el puerto y bahía de Paihia, nos apuntamos el lugar como una de las primeras bellezas que contemplamos en Nueva Zelanda, añadida a la preciosa vista panorámica de la Bahía de las Islas. Es el punto de salida de excursiones hacia la «Bay of Islands», bañada por el océano Pacífico, con más de 150 islas esparcidas por sus aguas cálidas de color turquesa.
Vemos en información de turismo la posibilidad de bañarnos con delfines y también el paseo en kayak por aguas protegidas. ¡Yupiiii! Que ilusión poder hacer las dos cosas. Por el estado del mar sólo podemos navegar con un catamarán por el mar interior de la bahía. Aún así, no podemos llegar hasta Motukokako que es donde se encuentra el tan fotografiado Hole in the Rock. Nuestra visita se ha reducido a llegar hasta la isla de Moturua, pasando por Assassination Cove, Moturua, Motukiekie, Motuarohia y Russell. ¡Contra los elementos no se puede luchar!
De regreso en la zona más protegida y con aguas más cálidas, avistamos grupos de delfines de gran tamaño (más de tres metros)
Continuamos en dirección Norte, hacia la Península de Karikari.
Al atardecer antes de la puesta de sol, buscamos lugar para pernoctar. Aquí nos es fácil encontrarlo, casi cada población dispone de “facilitties” (aparcamiento, mesita para picnic y toilettes) La playa de ”Coopers” en la península es perfecta.
Nos despierta la lluvia, desayunamos con gaviotas y seguimos…
En el cruce con la A1 desde la A10, al inicio de la Península de Aupori , empieza a aclarar. Llegamos a la «Ninety mile beach» de compacta arena mezclada con restos de conchas que la convierte en una autopista ideal para transitar por ella.
Nosotros nos divertimos tomando el outback off road y conducimos por la playa (con precaución), bueno Mario conduce y yo soy su copiloto.¡Es un regalo poder recorrer con la camper este tramo de la playa “Ninety Mile Beach”!
Con tiempo soleado al fin disfrutamos de un baño en el Mar de Tasmania. Nos quedamos con las ganas de poder hacer el largo recorrido por la carretera playa, hasta cerca de Cape Reinga por no disponer de tracción en las 4 ruedas. Tráfico aconseja llevar 4WD, no hacer la ruta en solitario y abandonarla antes de la puesta del sol. Como aún es pronto conversamos con un marisquero que nos muestra como recolecta “tuatua igual que lo hacían los maories de antaño.
La cena para hoy…¡Un festín! Dormimos en Te Hatua muy cerca ya del cabo Reinga.
Al amanecer seguimos hasta las dunas gigantes de Paki (Giant Paki Dunes). Allí ascendemos en solitario sintiéndonos diminutos ante la magnificencia de la naturaleza, arena y viento.
Las dunas a cual más alta con las crestas redondeadas por la permanente erosión y con sus dibujos peculiares que forma en su base el viento, nos transportan por momentos a otra dimensión.
De vez en cuando nos parece ver formaciones rocosas que no son más que arena compactada y seca por la humedad del mar y la accion del sol.
Al llegar a una de las cimas, divisamos el mar embravecido de Tasmania. Un espectáculo inolvidable.
Continuamos ruta hasta Cape Reinga, la parte más septentrional de la isla donde encontramos su bonito faro y los típicos indicadores de distancias y orientación.
La visión del mar de Tasmania y del Océano Pacífico fusionándose en uno solo es espectacular al ver el choque de olas inmensas y violentas de los dos aguas estrellándose entre si por todas partes.
¡Una visión brutal que parece interminable!.
Un sendero a la derecha del faro nos presenta una buena visión de la playa «Spirits Bay” .
Seguimos otro sendero en dirección opuesta que desde su punto más alto nos permite recrear en la espléndida panorámica que ofrece.
¡Que belleza natural tiene este país!
Como fin de fiesta un baño en las termas de “ Ngawha Springs”.
Desde el cabo Reinga nos dirigimos hacia Ngawa donde se encuentran los manantiales de agua termal más antiguos de Nueva Zelanda.
Cuentan que en el S.XVI los maoríes las utilizaban como fuentes medicinales para alivio de dolores. Son aguas sulfurosas y ello se nota ya al acercarse. Se trata de varias pozas de 2 x 4 m aproximadamente cuyas temperaturas varían de 35° a 43º. Entre ellas varias de agua fría.
El agua termal brota espontáneamente del subsuelo de cada una. Su fondo son tablones gruesos de madera separados entre sí un centímetro, al igual que las paredes. El agua que brota no es limpia ya que lleva disuelto lodo. En dependencia de las tierras que atraviesa el agua termal varía su color ( gris, negro, marrón y ocre)
Seguimos trayecto hacia el centro de la isla dirigiéndonos a Opononi, pequeño pueblo bañado por el mar de Tasmania. Es muy conocida la historia del niño y el delfin Opo que causó impacto en el pueblo por acudir cada día a la playa para jugar con los niños durante un tiempo, hasta que un descerebrado acabó con él…
Existe un monumento en su recuerdo. La playa es muy linda con las dunas frente a ella. El pequeño embarcadero siempre está repleto de gaviotas.A pocos kilómetros en dirección sur se encuentran Omapere donde iniciamos un bonito trail con bellas vistas de la bahía y del mar.
La naturaleza, aquí en Nueva Zelanda sigue sorprendiéndonos día tras día.
Las gigantescas bolas de piedra “ Moeraki Boulders” en la playa de Koutu, es una de las experiencias más inauditas que vivimos desde nuestra llegada a este maravilloso continente austral. Se desconoce el porqué de su formación ya que no hay base de fenómeno físico explicable. Unos hablan de erosión, otros de erupción volcánica marina, y otros de enrollamiento progresivo de sedimentos al estilo bola de nieve y ulterior solidificación.
Nosotros no entendemos de fenómenos naturales. Pero sí en la palpable emoción sentida al vernos tan pequeños a su lado.
Al observarlas te sientes en otra dimensión ya que el paisaje es sideral. Hasta el momento es lo que más nos impacta del viaje. Muy aconsejable su visita.
Waipoua forest , es una visita para estar junto a los árboles más grandes de Nueva Zelanda, los «kauri». Cuenta con algún ejemplar de 2000 años.
Hay uno de 51m. de altura y un diametro de 14m. al que llaman «El Dios del bosque» de unos 1500 años. No lo podemos «abrazar» como nos gusta hacerlo ya que una valla lo impide. De hecho es un lugar sagrado. Está muy cerca de la carretera, tan solo a dos minutos a través del bosque, que fue declarado «Santuario Natural” en 1952.
El viaje por la parte norte de la Isla Norte es un deleite continuado de exuberante naturaleza. Los 890 Kms, recorridos en diez días nos han pasado muy rápido y nos han fascinado. La “Toyota home” es como nuestro hogar ideal y de momento se comporta de maravilla. Deseamos lo mismo para el Centro y el Sur. ¡Ojalá siga así!
Continuará…
Galería de imágenes:
Gracies per els relats tan ben explicats..Es tot mol maco…diferent del paisatge que estem acostumats.
a disfrutar i continuar escribin.
Una forta abraçada!!!!
Gracies a tu per lleigir- nos. Es maquisim tot plegat. La natura aquí es inacabable. Estem gaudint d,alló més. Petons. #conmasde 70
Hola Isabel y Mario .jolines que dunas .por un lado pero que belleza de pais cierto que es caro pero siempre que se pueda y como vais vosotros como no Turistas sino de mochila es perfecto ademas eres la una de lis bloger que explicas cosa que deberiamos de agradecer y por otro lado las fotos que pones preciosas .besotes viajeros Cuidaros mucho sois un gran ejemplo para seguiros
Gracias Reyes. Nos alegra que siempre leas nuestros posts y nos hagas comentarios al respecto. A nosotros también nos maravilla tanta belleza natural y nos encontramos muy felices aquí en este país tan desbordante de maravillas naturales. Un abracísimo querido “pin”. #conmasde70
Que be Nova Zelanda, el primer que em transmet es pau, tranquilitat, i relax !!!! Es veu tant verd i bonic el paissatge !! I les platgetes, sortides i postes de sol…una maravella !!! També trovo molt acollidor el vostre «hogar dulce hogar» te.de ser.molt cómoda.viatjar així. Que be, dons res, seguiu disfrutant d’aquesta illa tant i tant bonica…petons 💋💋
Es un lloc on sempre estas rodejat de natura , el que te dona Pau i omple d,energie. La camper es lo més practic i económic per viatjar. No has de anar d, hoteles…Fins el proper post que parlarem de la part central i sud de la Illa Nort. Petons #conmasde70