Nueva Zelanda / Isla Sur (1ª parte)/ Oceanía

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al desembarcar en Picton, ya de noche, emprendemos camino hacia los fiordos de Marlborough . La carretera es “peligrosilla” debido a su estrechez y sinuosidad. Nos detenemos en Havelock para probar sus típicos mejillones gigantes y buscar un buen sitio para dormir. Es la capital mundial del mejillón de labios verdes, con razón vemos tantísimos criaderos.

 

Nos despierta el sol a través de la ventana trasera. ¡Qué bien, hoy tendremos un buen día para realizar el trail! El famoso Queen Charlotte, uno de los más típicos de los fiordos de esta región. Caminamos completamente solos…¡Quizás sea por madrugar!…El recorrido bien señalizado transcurre entre bosques de hayas y helechos gigantes. Oímos el trinar de pájaros que nos permiten ver sus nidos y fotografiarlos. Al finalizar tomamos un baño junto a un banco de sardinas en la Bahía de Umungata, descendiendo por las escaleras al final del embarcadero. Una mujer al ver la camisa de Isabel, rotulada en español nos saluda con un simpático ¡Hola! Conversando con ella nos dice que en estas aguas ocasionalmente se pueden avistar delfines y cachalotes.

Nuestro objetivo de hoy es llegar al “El paso del francés” (French pass). Son 60 Kms desde Ray Valley. La carretera local rodea varios fiordos y es serpenteante, estrecha y hasta peligrosa.
A penas encontramos donde dejar el vehículo para hacer alguna foto. El paisaje es hermoso y lo merece. Es un pueblo pesquero muy rural con un estrecho y tortuoso camino entre la costa y la isla de D’Urville. A 20 Kms de la llegada, la carretera acaba su asfalto, el terreno es pedregoso, lleno de baches, casi intransitable por lo que decidimos volver atrás. Para una nueva ocasión viajaremos en un 4×4.

Nelson  Es la base ideal para encontrar buenas excursiones afines a nuestras posibilidades. Senderismo por los fiordos Malborough, o bicicleta por sus parques nacionales: Abel Tasman y Nelson Lakes NP entre otros. Una parada obligada es ver su barrio de antiguas casas de trabajadores en South Street, hoy día impecables, y coquetonas lucen espléndidas. Nelson a vista rápida es una pequeña gran ciudad.
Moderna con mucho sabor colonial. Destacamos las “ facilitties “ que ofrece al visitante: baños públicos, toilettes, una hora de parking gratis en el centro y Wifi gratuito en toda la ciudad.

Llegando a Motueka, que se extiende desde la orilla del Tasman Bay hasta el sur de los Alpes Meriodionales, vemos muchos terrenos sembrados. Es la zona de mayores cultivos hortícolas del país (kiwi, manzana, pera y uva). Aquí, es el punto de partida hacia el Parque Nacional de Abel Tasman. Nos acercamos a la oficina de turismo. No tenemos más alternativa que concertar un tour desde Kaiteriteri al Parque Nacional, ya que no existe ruta por carretera para llegar al mismo. Y para realizar un trekking por la costa hay que contratar los servicios de un taxi bote para regresar.El parque es el más pequeño del país. Cuenta con estuarios arenosos de arena dorada, rodeados de bosque y playas. Queremos recorrer su sendero más conocido el llamado “Sendero Costero” durante un día y regresar en lancha/ taxi. Como no es alta temporada no tenemos problema alguno a la hora de reservar la lancha, que nos deja en la playa de inicio de nuestro treek. Tenemos asegurado el avistamiento de leones marinos (que vemos muy alejados de la embarcación).

Aunque el día está nublado no nos desanima en absoluto para preparar los útiles del treek y ponernos en marcha.Sin despreciar el Queen Charlotte recién realizado , sin duda alguna el Abel Tasman trail es el más atrayente, no solo por el paisaje sino también por el cuidado del trayecto y su contenido en flora y fauna (aves). En esta zona del Norte de la Isla Sur son abundantes los treeks, el problema es que hay que contar con el regreso y esto le duplica el kilometraje y el tiempo del recorrido. No sucede así en el Abel Tasman pues el treek se inicia con un trayecto en barco que se desplaza de ensenada en ensenada hasta Totaranui a 70 kms más allá (en otoño solo se puede llegar hasta Tonga Quarry). No hay posibilidad de ir en coche, tan solo a pie , en kayak o barco. Desde Tonga Quarry se pueden hacer etapas y pernoctar en campamentos refugio bien acondicionados y zonas de acampada. Elegimos el treek n° 2, a iniciar en Medlands Beach para llegar caminando a Anchorage en cuatro horas, y desde allí regresar a Kaiteriteri donde tenemos aparcado el vehículo. Los caminos trazados bordean la costa, que es muy accidentada con profundos fiordos que alargan el tiempo de recorrido. Para nosotros el atractivo radica en poder atravesar la bahia de Torrent Bay en marea baja, sobre una barra de arena que se manifiesta en la bajamar y acortar con ello más de una hora el recorrido. El peligro estriba en rezagarse y que te pille a mitad de la playa (1km) la subida del mar. Como orientación encontramos estacas de un metro y medio de color naranja indicativas del camino a seguir. Durante todo el recorrido vamos pisando caparazones de moluscos e infinidad de caracolas y lapas. Y atravesamos el cauce de tres rios de agua helada que no entienden de mareas. Nos sentimos muy satisfechos y emocionados realizando este trail tan interesante y de paisajes extraordinarios. Nos encontramos cansados que no agotados. A la llegada mientras esperamos que nos recoja el barco nos damos un baño, una ducha y comemos en la zona de acampada. Los bocadillos y la fruta saben a gloria…¡Más hubiéramos llevado! ¡Como aumenta el apetito con las excursiones!

 

Westport  En el extremo de Tauranga Bay por la ruta de Capa Foulwind Walkway,                           realizamos una caminata de tres horas, cruzando acantilados de granito, verdes laderas y playas arenosas hasta encontrar una colonia de cría de leones marinos, que podemos ver aunque muy a lo lejos…
Es lástima no poder captar buenas fotos pues hay un grupo de jóvenes leones disfrutando de su baño en una poza protegida entre rocas. (En un próximo viaje llevaremos un cámara con un gran teleobjetivo.) Es un decir…El trayecto en sus dos terceras partes rodea la costa sin ningún árbol, tan solo arbustos con varias especies de aves. En 40’ llegamos a la punta del cabo y al fondo entre dos ensenadas vemos los leones marinos. Tenemos que protegernos de la neblina que acaba siendo un “chirimiri”. El paisaje nos recuerda a la costa irlandesa. 

Como llegamos oscuro al lugar de pernoctar, al despertar casi siempre tenemos una agradable sorpresa. Hoy especialmente en Charleston el lugar es bucólico. Es una localidad muy turística por sus cuevas y excursiones de espeleología (caving). Desayunamos cara al mar y salimos para realizar un bonito trail en el parque Truman. Donde casi en su inicio, encontramos árboles especialmente enormes de (pino neozelandés). Continuamos con una arboleda muy frondososa en su primer tramo que lo convierten en una zona muy sombría y húmeda, para concluir en un acantilado abierto y franco. De muy fácil caminar ya que el sendero está bien señalizado y el terreno semi empedrado de una gravilla fina y compacta. Da gusto como cuida el país todos los lugares de posible visita. Hay vallas y barandillas de madera con un rótulo que advierte del peligro de sobrepasarlo. La mayoría de los trails en grandes parques son gratuitos con una hucha en su entrada en la que reza “Colaboration”

En Paparoa National Park queremos ver las famosas formaciones rocosas llamadas” Pancake Rocks” en Punakaiki.Tenemos que desviarnos de la ruta y después hacer unos cuantos o más bien muchos kms extra, pero sabemos que cuando algo vale la pena no importa el tiempo invertido. Se trata del Parque Nacional “Paparoa”, donde encontramos un bello y corto sendero de tan solo 15 minutos por el que recorremos un bosque subtropical entre torrentes y arroyos. Es tan bonito que nos recreamos por completo viendo el ir y venir de las olas, observando como el imponente mar se va retirando y escuchando el romper de las olas con su sonido grave y retardado por dentro de las cavernas bajo nuestros pies. De vez en cuando la espuma que sale de las grietas convertida en vapor nos llega a mojar. Cada vez con menor intensidad y cadencia debido a que estamos en bajamar.Es un lugar único en un enclave sin igual. Entrantes rocosos escarpados hacia el mar con túneles por los que penetra el agua con el oleaje. Las olas al confluir entre las grietas de las rocas provocan surtidores de agua de varios metros según su fuerza. A parte del fenómeno geológico en sí, llama la atención el ruido de las olas al chocar contra las paredes de las rocas (Sudden Noise). Es aconsejable visitar el parque con la marea alta. Como esta es  oscilante es conveniente conocer su horario. Vale verdaderamente la pena ver el espectáculo con la marea en su momento más alto.Son unas bandas de piedra caliza separadas y superpuestas por otras de barro solidificado. Con la acción de la lluvia y viento se han ido formando cuevas que cuando sube la marea escupen espuma.Conseguimos ver dos veces un gran chorro de espuma y vapor después de haber escuchado el golpe sordo y potente de las olas rompiendo contra las rocas. ¡Ohhhh, que bien haber destinado dos días para ello! Es un lugar único en un enclave sin igual.

Desde Reefton (ciudad que cuenta con muchos vestigios históricos de la época de la fiebre del oro 1870) atravesando el Victoria Forest llegamos a Maruia / Hot Springs. Entre las montañas, del “Lewis Pass National Reserve” (130 kms) , encontramos un pequeño paraíso geotermal. Junto al ríos de su mismo nombre. Es precioso, justo a nuestra medida, pequeño y coquetón. Sus aguas contienen un gran contenido en minerales. Estos crean unos colores en el agua nada usuales. También contienen algas beneficiosas médicamente probadas por lo que nos las frotamos por el cuerpo durante el baño, como nos indican. Esta alga negra tiene propiedades como las de la Espirulina: vitaminas , minerales como magnesio, cloro, hierro, bicarbonato, antioxidantes, ácidos grasos esenciales y clorofila. Durante la visita vemos cambiar el color del agua según la luz desde clara a verde cristal, gris o negra.El agua termal brota a 60° y la mezclan con el agua fresca del rio consiguiendo tres temperaturas: 40°, 41°,42° y una fría a 10°. Las instalaciones son perfectamente adaptadas al medio por las piedras y rocas con vegetación que dibujan las piscinas. Usamos todos los servicios disponibles: la sauna seca, el baño turco, una de las salas de relax, a excepción del baño japonés y la sala de masajes. Es un lugar ideal para descansar con vistas al río. Todo el recinto está muy bien ambientado en el entorno, lo que nos hace sentir confortables en medio de la naturaleza. El lugar respira silencio y quietud. Nos resulta un buen lugar para este alto en el camino y descansamos a “ pierna suelta” después de tanto baño caliente y frío,  junto a la chimenea del salón adormeciéndonos con los chasquidos del fuego y la música ambiental. Seguimos ruta durante 78 kms, sin ver ni una casa ni una sola persona, ni gasolinera. Apenas nos cruzamos con coches. Esta zona nos parece aislada del mundanal ruido. Las nieblas bajas se adueñan del valle de “Hanmer Forest Park” y de pronto…¡La civilización!

Llegamos a Hanmer Springs, con la puesta del sol. Es pueblo alpino elevado a 385 metros sobre el nivel del mar. Con mucha riqueza en agua, se le conoce como una “Reserva Termal”. Esta repleto de hoteles, moteles, motor Homer’s, caravanas y letreros de “no over night “. Es chocante encontrar un pueblo tan poblado y turístico en medio de estas montañas alpinas por las que hemos circulado durante horas sin ver ni una casa ni un alma. Creemos que no nos va a gustar tanta masificación aunque la oferta sea maravillosa. Eso parece un parque temático muy explotado. Demasiados anuncios de spa, relax …etc  El lugar está repleto de hoteles, moteles, inn,s, caravanas, motor home y de letreros de “No over night”. “Somos muy raros”…Preferimos la tranquilidad. Y sobretodo recién llegados de un lugar tan hecho a nuestra medida. La zona donde se encuentran las pozas, piscinas, toboganes acuáticos, etc, está rodeado por un parque forestal y el monte Isobel. En lugar de tomar las aguas, hacemos un trail hasta Conical Hill (una hora y media entre ir y regresar) haciendo un ascenso continuado hasta llegar al punto más alto del monte Isobel y presenciar una visión de 360°.

Aquí en Hanmer Springs hace frío incluso al sol. Esperamos que bajando hacia la costa sea más cálido…

Continuará…

Galería de imágenes: 

4 thoughts on “Nueva Zelanda / Isla Sur (1ª parte)/ Oceanía

  1. Es super interesante .Isabel y Mario .lo que has escrito es u bella zona la cual esta toda limpia .no solo en las calles sino en parques .y tambien como estan las personas preparadas para ir en autocaravana .y campig.gracias Isabel y Mario por lo que nos enviais de ese modo yo me enriquezco .porque no basta con leer solo sino con las fotos que al verlas es como si una en el caso mio me trasportara a ese bello Paraiso ..tan solo me queda deciros que sigais adelalte .pues de esa forma nos animais hacer las cuentas y poder salir y tambien nos enseñais lugares que quizas se nos escapen besotes

    1. Que bonito que te transporten las fotos al lugar , gracias amiga. Tus palabras dan coraje al peregrino. Pues viajar es como un peregrinar. Te animamos a no quedarte en casa y salir de tu zona de confort. No hace falta ir muy lejos, para empezar lo principal es tener el deseo de hacerlo. Un abrazo de Conmasde70

  2. Aquesta vegada es aventura total!!! Spre.ho es, pero us aneu superant, cada vegada es mes esclusiu, fantastic!!! vosaltres sempre endevant…no li teniu por a res…Jajaja, bueno pel que veig es un païs molt ben organitzat i vosaltres sou veterans !! Tot es veu ectraordinari i bonic…..aneu seguint i cuideu-se molt….petons

    1. L,aventura es sortir de casa! NZ es un país magnific, tranquil i amb molt Bona gent. Anar amb la camper a estat una gran comoditat, es com portar el “piset” amb tú. Gracies per seguir-nos amb tanta afició. Petons. Conmasde70

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