Hoy día solamente podemos ver lémures en parques nacionales y en reservas privadas, ya que Madagascar está deforestada casi en un 90%. Hay pocas zonas arboladas, debido a la explotación de madera, el cultivo de arroz y la ganadería principalmente, por lo que con tan pocos árboles los lémures empiezan a estar en peligro de extinción.
La Reserva de Anja está a 12 km de Ambalavao, existe por la iniciativa de varios vecinos de la zona, que quisieron proteger a los lémures de cola anillada.
Con los años este lugar en una visita obligada e imprescindible, por la gran posibilidad de ver muchos animales.
Se pueden ver camaleones, gran cantidad de pájaros y familias de lémures de cola anillada, también cuevas y tumbas y gran variedad de árboles y plantas que son el alimento de los lémures.
Nos encanta cuando no coincidimos con ningún visitante, es deliciosamente satisfactorio no tener que compartir lémures, ni camaleones con alguien!
Andamos con calma, sin dejar de mirar las copas de los árboles. Es muy emocionante ir en su búsqueda, escudriñar, acechar con sigilo, pero casi siempre Eric los ve primero y nos avisa.
No es fácil andar mirando hacia arriba, con la cámara preparada y atentos a ver en cualquier momento saltar un lémur…en un tris tras, no ves una raíz del terreno y es como si alguien te pusiera la zancadilla, ¡ZAS!, el gran topetazo…. Si mañana aparece un bonito hematoma en pleno muslo , colgaremos la foto en un próximo post.
El parque no es muy extenso, pero en proporción a los vistos hasta hoy, es en el que estamos viendo más lémures. Unos comiendo hojas, otros durmiendo, otros saltando de árbol en árbol. Es fascinante. ¡ Nos sentimos como niños!
Procuramos no pisar hojas secas para hacer el menor ruido posible y tener mayor posibilidad de ver animales.
En los senderos seguimos una ordenada fila india.
atravesando de arboleda a arboleda sentimos, más fuerte, el calor del sol que nos azota sin piedad.
Llevamos un par de horas caminando, a un ritmo lento, por senderos sombreados y de frondosa vegetación y al salir fuera de la zona arbolada, el calor se deja notar.
Volvemos a la furgoneta muy satisfechos de esta visita, hemos visto muchos lémures de cola anillada y tres clases de camaleón.
Seguimos ruta, comemos por el camino en dirección al Parque Nacional de Ranomafana, que se localiza en la provincia de Fianarantsoa.
Cuenta con 41 600 ha de bosque húmedo y es hogar de un buen número de especies flora y fauna endémicas.
El parque en 1991 tenía el propósito de conservar la diversidad única del ecosistema local y reducir la presión humana sobre las áreas protegidas. Desde 2007 es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y desde 2010 es
«Patrimonio de la Humanidad en peligro».
Este parque se aprecia inmenso, lo atraviesa un río y varios arroyos, por lo que hay que pasar puentes y pasarelas, senderos, zonas arboladas húmedas, caminar bastante.
Se tiene que ir acompañado por un guía local (obligado), que se añade al grupo a la entrada del parque. Es muy interesante y agradable, pues nos hace ver todo lo que uno por si mismo no ve.
Desde uno de los puentes hemos visto un cocodrilo que entraba en el agua (pero a ninguno de nosotros le ha dado tiempo de disparar una foto). Es mucho mejor guardar la instantánea en tu retina, que perderse la secuencia por querer hacer la foto.
Pasamos por zonas verdaderamente fangosas, suerte de las botas de montaña, pues con bambas el lodo las habría engullido en más de una ocasión.
El parque es como un entreno de pista americana, conmasde70, vamos resistiendo todos los obstáculos a la vez que disfrutando muchísimo.
¿Qué tiene la naturaleza que nos encanta tanto?
Todo cuanto hay en ella, que nos resulte nuevo y diferente, nos despierta la curiosidad y nos emociona.
Por los parques naturales vamos con la emoción a flor de piel, pues aprendemos de un modo directo. Poder ver animales en su habitat es una maravilla universal. La belleza del parque es difícil de plasmar en palabras.
Aquí la naturaleza en su esplendor se reproduce en todas las formas posibles : flores, insectos, helechos gigantes, orquídeas salvajes, mariposas, lémures, «cocodrilos» ( con comillas ya que por el momento, solo hemos visto uno)
Seguimos viajando por esta gran isla con la ilusión del primer día, Madagascar tiene aún muchas sorpresas para mostrarnos. Seguimos!
viaje / Madagascar octubre 2015
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