En Pakse, salimos del hotel cargados con «nuestra casa» en un tuctuc en dirección a la terminal de autobuses. Allí tenemos nuestro bus, que resulta ser una camioneta grande con los asientos laterales «todo ventana».
Nos colocan nuestras mochilas en el portaequipajes al sol. Nos sentamos en el banco, colocando las dos pequeñas mochilas bajo el asiento junto a un saco de lechugas, y un saco de red lleno de escarabajos!!!!!!. En total 12 pasajeros adultos,tres niños y el cobrador.
El trayecto tiene tres puntos de parada, en los que vendedoras de pollos y pescados asados insertados en un palo, los ofrecen a través de los espacios que encuentran libres!!!
Suponemos que lo que gritan es: ¡Al rico pollo asado! Después del ventilado y polvoriento trayecto de tres horas, llegamos a la terminal de buses de Nakasang donde una moto con sidecar nos acerca al muelle. Allí un pequeño bote nos conduce al paraíso de Don Khone en las 4000 islas del Mekong.
Nos enamoramos nada más subir al bote. El lugar es precioso, las aguas tranquilas, aparentemente la corriente parece calmada…¡qué bonito! Respiramos mucha paz a través de su extraordinaria belleza.
Las guest house y los contados hoteles están todos sobre el rio, semiocultos por el verde de sus jardines, ( aquí la naturaleza es espléndida!!!
Todos disponen de ventilador y mosquiteras, y esa vista encantadora al río que tiene mucha vida, sobretodo al atardecer después del sunset, cuando la gente local toma su baño y los niños juegan. Pasear a esta hora es un buen momento para tomar bellas fotografías de estampas familiares. Nos llama la atención ver a los «papás» con sus bebés recién bañados, paseando con ellos y haciéndoles muchas carantoñas. (Se les ve muy cariñosos).
El archipiélago de Si Phan Don o Las Cuatro Mil Islas tiene tres principales destinos para los viajeros: Don Khong (la más grande) y Don Det y Don Khon. Nosotros elegimos Don Khon ya que de antemano en foros de viajes e internet supimos que era la más tranquila de todas. Pedalear por las dos islas principales (Don Det y Don Khon), que están conectados por un puente, es divertido.
Todo es llano y de fácil pedaleo. Cruzar un puente entre dos islas en bici no es de lo más común, por lo que lo disfrutamos. Fué construido por los franceses para realizar la línea del ferrocarril que unía ambas islas.
En Don Khone Somphamit Waterfalls Park, vemos cascadas espectaculares, llamadas Somphamit que significa caídas de Mekong. Las hay verdaderamente impresionantes, que van serpenteando con saltos en los que el agua ruge con fuerza al chocar contra las rocas para unirse al caudal principal del Mekong.
Es un alarde para el disfrute de los sentidos, todo es precioso. Nos quedamos contemplando el espectáculo atraídos por la fuerza del agua. Siguiendo el recorrido hacia el sur, vamos viendo más cascadas a cual más bella.
Se distingue perfectamente la marca en las rocas del nivel máximo del agua (calculamos unos tres metros sobre el nivel actual en época seca).
Hasta llegar a un remanso que forma una playa de arena, en la que nos bañamos con verdadero placer, pues la temperatura ambiental sobrepasa los 35º. La corriente es muy fuerte tras las cataratas por lo que nos mantenemos muy cerca de la orilla. En la superficie el agua se ve tranquila, pero hay una fuerte corriente por debajo que parece te succiona hacia el centro del río. Por lo que somos cautelosos .
Saliendo del parque en dirección sur pedaleando 4 km, se encuentra el embarcadero de donde salimos en un pequeño bote a motor para avistar los delfines Irrawaddy. El paisaje es de lo más especial.
Hay muchas zonas con árboles inundados que asemeja un «igapó«.
Estamos ilusionados e interesados en poder ver a los delfines de agua dulce, de hecho es el objetivo principal que nos ha traído hasta aquí. A los Irrawaddy, en Laos los denominan «Kha Pa». Son delfines que nadan por debajo de los rápidos al sur de Don Khon. Los avistamientos son regulares durante todo el año, pero la mejor época es de enero a mayo. Se pueden ver bastante bien desde el barco, pero si quieres captarlos en una buena instantánea, mejor llevar un buen teleobjetivo. Es un poco lotería el acertar de pleno con la cámara de fotos. Los Irrawaddy no hacen las acrobacias de los de agua salada, ni son tan simpáticos como «nuestros delfines», pero son criatruras que emociona poder ver. Su color es entre gris y azul pizarra. Tablet y movil en mano estamos a la espera de ver cuando y donde aparecerán para poder captarlos en foto y vídeo. Nos acercamos a la frontera con Camboya, el barquero aminora la marcha hasta que detiene el motor, dejándose mecer por la corriente. El corazón comienza a latir, tan solo tienes el sentido de la vista agudizado, el resto no existe, es el momento de otear el horizonte con la mirada acechante y esperar el instante mágico en que aparecerá el tan deseado y quizás costoso de ver… Irrawaddy
Cuando menos lo esperamos aparece el primero, está muy lejos para una foto sin teleobjetivo. Nos parece majestuoso, emergiendo como a cámara lenta! Después, al rato tres juntos.
Vamos disparando fotos…alguno quedará registrado. Precioso el momento que vemos a tres saliendo del agua a la Imposible hacer una foto mejor con la tablet, cuando disparo, ya están casi sumergidos. Por desgracia están en peligro de extinción, debido a la contaminación del río y a la pesca furtiva. Don Khone tiene muchos atractivos, para nosotros el principal «son todos» …
Poder recorrerla en bicicleta, pasar sobre puentes de madera, cruzar arroyos, contemplar cascadas, sumergirnos en el río, reposar en sus lechos, saborear su gastronomía en los restaurantes sobre el río, ¡Mmmmmmmm!
Es una isla preciosa, la parte que da al rio está llena de restaurantes, guest house, cabañas de gente local, pequeños negocios…
y por la otra parte la interior, están los cultivos y las casas de los campesinos. Así como también mucha zona verde de bosque o campos vírgenes sin cultivar.
Y la maravilla entre las maravillas son sin duda sus puestas de sol
Continuará…
Galeria de imágenes
Que viaje tan bonito! Desde luego por las fotografías tan preciosas, es un paraíso. Supongo que la parte peor debe de ser el calor , de 35 grados, y la humedad, que también es lo que hace que la vegetación sea tan exuberante.
Debe ser difícil trabajar en esas condiciones …
Todo te lleva al relax y a la meditación.
Hacéis cara de disfrutarlo!!
Que continue…
Si hace calor pero se lleva bien, te vas habituando y a la que puedes te remojas! La gente trabaja normalmente, ellos si que están acostumbrados. Creemos que debe ser más difícil la época de las lluvias, todo se convierte en un lodazal! Gracias por el comentario y continuamos…
Con las auténticas maravillas que hay en el mundo!…No entiendo como hay gente que se empeña en destrozarlo 🙁
Desde luego el mundo está lleno de maravillas naturales! Sobre lo de destrozarlo, todos colaboramos un poco: viajamos en avión, tenemos coches, usamos calefacción y aire condicionado.Es fácil la vida consumista…