La trama de la novela acontece en una isla solitaria del Caribe…
Buscar inspiración para escribirla no solo se limita a la que se puede encontrar en la naturaleza.
La gente autóctona de República Dominicana son como un libro abierto y si se trata de dominicanos, que te toman confianza, son ya como una biblioteca completa. El caribeño es muy amable con el extranjero y gusta de ser complaciente.
Es encantador y colaborador, su tiempo no es el nuestro. Viven a otro ritmo algo más pausado, que al inicio exaspera pero si uno lleva tiempo en el país se da cuenta que sin prisa las cosas se solucionan igual.
No solo es contemplar, es también sumergirse en la turquesa de sus aguas, bucear, buscar caracolas, conchas y trozos de coral.
El último huracán arranco muchas palmeras y arrastro segmentos de arrecife. El mar ya no nos regala tanto como antes en la marea baja…
Una fuente de inspiración es degustar su variada gastronomía. Sobretodo al adquirir productos frescos a los pescadores siendo este un buen momento para entablar conversación con ellos.
La hora de la compra es siempre una delicia ya sea con o sin regateo.
Al comprar directamente a los pescadores y agricultores, escuchando su conversación aprendemos su “argot” y las historias de su entorno.
Encontrar momentos para la conversación no es problema pues sus gentes siempre están dispuestas hacerlo.
Despeinarse con la brisa, andar kilómetros de playa mirando el cambiante color de su agua y escuchar el rumor de la marea a primera hora de la mañana, es algo muy inspirador.
Es como salir con la mente receptiva y dejar que el mar vaya dictando su argumento.
Los personajes cobran vida como si cada uno de ellos quisiera ser el protagonista principal, intentando remodelar sus reacciones. ¡Muchas veces lo consiguen!
Hay momentos, que al hacer sencillas manualidades o arreglos caseros se solucionan instantes de “colapso de escritor”. El caso es poder distraerse haciendo algo distinto, al quedar encallado entre líneas y poder pasar página después.
Escribir al aire libre en un silencioso entorno, es ideal, a veces no da tiempo a escribir todo lo que la imaginación o los propios personajes exigen.
Olvidarse por unas horas de escribir… salir de “Fiesta /playa” bailar en la arena, hacer fotos, beber piña colada y “pasar desapercibido”. Es maravilloso. Allí cada uno “Vive y deja vivir”.
Bailar sus diversos ritmos deshinibidos: Trap, Dembow, Bachata, Merengue, con los pies descalzos en la playa y bañarse después…¡Rejuvenece!
Sus fiestas de playa son abiertas a todos, pero la mayoría son dominicanos que van de fin de semana a las playas.
Y si hablamos de la hora del crepúsculo, ¡Cada día es un espectáculo!
Tendremos que regresar pronto, la novela debe acabarse, pero sin prisa. Hay que adornar, redondear y terminar de vestir algunas cosas.
Volveremos pronto. Aquí somos muy felices, hemos aprendido a vivir el momento presente, el ¡Carpe Diem! (lo de escribir la novela podríamos decir que es una excusa)
Conmasde70
Justo us he conegut ara i poc a poc vaig mirant el vostre blog i m’encanta!! M’agradaria saber mes de vosaltres, des de quan viatgeu, con son els vostres viatges,com els organitzeu…em queden 2 anys per jubilar-me i es el que vull fer,viatjar amb el meu quadern de viatge, dibuixant i pintant. Quan veig gent que ja esteu realitzant els meus somnis quedo fascinada i per això en vull saber mes, com l’abuelita mochilera, per exemple.
Hola Elisenda
Podem dir-te que llegeixis el nostré blog desde el començament, podrás saber-ho tot. Escribim amb tota transparencia, els nostres viatges.I ho continuarem fent mentres el cos aguanta. una abraçada amb el carinyo de Conmasde70.
Benvinguts a casa….acaba aviat la novela….estic frisant per llegir-la. Una forta abraćana 🤗🤗💋💋
No lhi pogut acabar, pel moment te 174 pagines pero vui enrriquirla
Ptns Conmasde70