Kioto , ciudad en la isla de Honshu. Famosa por sus numerosos templos budistas clásicos, así como jardines, palacios imperiales, santuarios sintoístas y casas de madera tradicionales. También por las geishas y como no por las tradiciones formales en su cocina kaiseki , que consta de varios platos especiales.Llegamos en tren procedentes de Osaka. La llegada a la estación de Kioto, en su mismo centro, nos sorprende por su tamaño. Es simplemente enorme, con muchísimos centros comerciales, restaurantes…Los trenes «Bala» o Shinkansen, son verdaderamente algo extraordinario en puntualidad, eficacia, comodidad, amabilidad y silencio. Quizás lo que más atención nos despierta para enfatizar el comentario es el silencio reinante, los móviles solo en la plataforma para tal uso, se habla casi en siséos…Un ejemplo a seguir!
La primera impresión de Kioto, por lo menos la visión alrededor de la estación, no es la esperada. Es una ciudad con muchos edificios de hormigón, mucho asfalto y en conjunto, una ciudad gris. Esperamos encontrar su belleza escondida en los pequeños santuarios, acercándonos a las preciosos torii, cruzando los pequeños parques, andando entre callejuelas…Todo lo que haremos en estos días, sin dejar escapar un trecking por la montaña y zona rural. Nuestra primera gestión es la de poder realizar un trecking de dos días por la zona rural de los alrededores de Kioto, buscar un Ryokan, con buenos futones, y edredones, ya que «esponjarnos» en ellos es nuestra debilidad. ¡Puede ser «to much”! Elegimos la ruta de Nakasendo partiendo de Nagoya, antes de emprender la visita a Tokio.
Nuestro apartamento en Kioto está en la zona de Nishijim. Es de un confortable estilo japonés. El baño es de una sola pieza aprovechando el espacio al maximo. Nos duchamos lateralmente, es como el baño de una autocaravana o motor-home. Lo mejor…¡Ohhh! Sorpresa!!! Incluye bicicletas.
Es en una zona tranquila, cercana al Palacio Real, y al castillo de Nijo-jo. ¡Magnífica ubicación!
Montar en bicicleta por Higashiyama es empaparse de sus callejuelas y visitar algunos de sus templos. A lo largo del río Kamo, que cruza Kioto, es fácil pedalear por sus riveras y agradable parar de tanto en tanto a observar todo lo que nos es extraño, fotografiable o curioso.
Es una delicia montar en bicicleta por acá. ¡Es tan bucólico en pleno “Sakura”! Aquí hace más calor, los cerezos están del todo florecidos y la brisa empieza ya a hacer volar sus pétalos. Es maravilloso verlo, es algo parecido a ver nevar. Buscamos un restaurante japonés, donde vayan clientes japoneses. Encontramos uno en el que hay cola y nos sumamos a ella, esperando en un banco afuera del local. Cuando ya disponemos de una mesa, empieza el ritual: Sacarnos los zapatos, ordenar platos señalando fotos de la carta y comer sobre el tatami. Nos deleitamos con su gastronomía. La comida japonesa nos sienta muy bien.
Hemos elegido sushimi de atún y tempura de gambas con verdura. La sopa y demás platillos no sabemos de que son, el caso es que no queda nada, dejamos todos los platos limpios.Templos de Tofuku-ji y su jardin zen.”Tôfuku-ji’s Hôjô “Hassô” Garden. A poca distancia de Kioto (5 minutos en tren local desde la estacion central), y andando otros diez, llegamos a ver un jardín zen, que embellece unos templos budistas hermosos ya de por si, que transmiten calma y serenidad. El enclave ajardinado es de espectacular belleza por su simplicidad y sencillez. Nos apetece quedarnos un buen rato sentados rodeados del silencio que desprende el lugar y tan solo contemplar.
En el centro de Kioto está ubicado el Palacio Real. Cada vez que queremos visitarlo desistimos por la cantidad de visitantes que se agolpan en su entrada. Nos decidimos a visitarlo a última hora, cuando a penas hay nadie. Claro, llegamos justo a la hora de cierre (17:00). Recorremos el recinto exterior en bicicleta y lo damos por visto. Es imposible verlo todo, Kioto tiene un sin fin de maravillosos monumentos y tesoros artísticos que quedarán como escusa para mejor ocasión. Las calles Ninenzaka y Sannenzaka, con sus edificios de estilo tradicional, nos acercan a uno de los muchos templos que cuentan con ser Patrimonio de la Humanidad, el Kiyomizu Templo . La pagoda Yasaka. en el área histórica de Higashiyama, alberga numerosos templos y santuarios. En el santuario de Yasaka-jinja se encuentra situado el templo de Hokan-ji conocido por el nombre de Pagoda de Yasaka. Con una altura de 46 metros y cinco pisos, esta pagoda fué reconstruida en 1440. Hoy declarada patrimonio cultural de Japón.Son calles muy animadas en las que vemos sobretodo muchas chicas y algunas parejas con el traje tradicional. Una delicia para amantes de la fotografía.Con “nuestras” bicicletas pedaleamos a lo largo del río Kamo, que cruza Kioto. Sus riveras son de fácil pedaleo y nos es muy agradable parar de tanto en tanto a descansar, charlar con locales de la zona y comer algo en el abanico de restaurantes tradicionales. Las vistas a la zona centro por este camino son entretenidas, principalmente viendo a las personas disfrutando del “Sakura”.En bicicleta podemos parar a cada momento a hacer fotos. El Sakura está llegando a su fin. El suelo está cubierto de sus pétalos, es como una bella alfombra. ¡Que bonito está esta parte del rio!
Gion, zona que en sus inicios se construyó mucho para acomodar y acoger a viajeros y visitantes del santuario de Yasaka. Más tarde, se convirtió en un distrito de geishas muy exclusivo y conocido en todo Japón. Caminamos a un ritmo rápido para verlas, ya que comienzan su trabajo alrededor de las 18/19 h, por lo que es el mejor momento para ello. Las calles Hanami-koji y Shimbashi-dori, (en uno de los barrios más viejos de Kioto) son el lugar donde encontrar mucha oferta de ocio y relax para hombres de negocios de Kioto. Un primer plato en alguno de sus restaurantes cuesta entre 12000 y 25000 yenes, unos 100/200 € . Incluyendo una representación en privado. Estas calles son en las que tenemos más oportunidad de ver geishas y a sus aprendizas (maikos) deambulando entre casas de té, locales,etc. Las geishas son mujeres que dedican su vida al arte, a profundizar y mejorar sus aptitudes artísticas, acudiendo a escuelas exclusivas. La palabra «geisha» se compone de dos caracteres: «persona» y «arte». Trabajan en casas de té, entreteniendo e sus clientes con la música y el baile. El arma de una geisha es su talento y no su cuerpo, son mujeres decentes y muy respetadas. Ellas han renunciado a los beneficios de la modernidad por las tradiciones de su pueblo. Tocan varios instrumentos: Koto (arpa), Shamisen (laúd), Hichiriqui (oboe),Tsuzumi (tambor) y Gongs.El peinado tradicional se llama “Shimada”. Los adornos para el pelo “Kanzasi”. El camisón largo debajo del kimono es el “Nagajuban”. El vestido tradicional de seda estampada “ Kimono”. El cuello del kimono “Han eri”. El cinturón o fajín para sujetar bien el kimono “Obi”. El calzado, las sandalias de madera lacada con un cascabel en el centro “Okobo”.La calle Dori Kiya-Machi, creemos que es una de las más bonitas de Kioto por la noche. Los restaurantes a lo largo de los canales tienen un encanto muy japonésssssssssssssssss!
Daitoku-ji complejo con 22 templos y jardines Zen. Encontramos algunos cerrados. Visitarlos todos puede ser un “empacho” por lo que para poder hacer bien la digestión, escogemos el Daisen-in , cuyo «Jardín de rocas» según el historiador Michigo Young, puede representar un viaje metafórico a través de la vida: la cascada / río / mar puede representar la juventud, la madurez y la vejez, o la búsqueda de la sabiduría. Las rocas en los «ríos» pueden sugerir obstáculos. El «Océano» al final del viaje puede ser el retorno a lo eterno al final de la vida. Nos fascina escuchar explicaciones sobre esta filosofía que nos parece tan sabia. Otra de las visitas es Kohrin -in, más parecido a una pequeña mansión, con su jardín zen. Ginkaku-ji, templo llamado «El Pabellón de Plata», por tener un gran parterre parecido a un mar de arena, diseñado para que durante la luna llena la arena de la sensación de ser plateada y proyecte su reflejo sobre el pabellón, resaltando aun más su belleza. No tenemos la suerte de coincidir con la luna llena ni con un tiempo despejado. A pesar de ello, disfrutamos mucho del recorrido alrededor del pabellón y sus jardines.
Los jardines que le rodean son muy especiales, con zonas húmedas donde crecen distintas clases de musgo y helechos. Es un lugar donde reina el silencio destacando el sonido del agua. Desde su punto más alto, se ve una bonita y gran panorámica de la ciudad.
Kinkaku-ji , oficialmente llamado Rokuon-ji, es un templo budista zen llamado «Templo del Pabellón de Oro». Encontramos precioso el recinto y su entorno. Al templo en sí, no le vemos un gran valor arquitectónico. Es de maderas sencillas lacadas en amarillo dorado. Es uno de los 17 lugares que componen los Monumentos Históricos de la Antigua Kioto que son Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco.
Kiyomizu-dera , forma parte de esos 17, diríamos que el más importante (S.XVII)Desde el porche colgante del templo, que para la ocasión está en remodelación, completamente tapado por andamios de madera y bambú, vemos a las personas que van a la cascada Otowanotaki con mucha fe a beber sus aguas consideradas terapéuticas con diferentes beneficios como longevidad, salud y éxito en los estudios. En la parte del altar principal, hay un gran cuenco de bronce en el que los fieles dan un golpe seco con un mazo envuelto en unas telas, generando un sonido vibratorio que se expande con una sonoridad que te penetra hasta el “alma”. Acto seguido se arrodillan, dan una aportación y oran unos segundos. Conmasde70, junto con Maite, hacemos todo el recorrido. Cada uno de nosotros ha sentido la fuerza de la vibración de un modo distinto. Lo que decimos coloquialmente…¡Muy buenas vibraciones!¡Bufff, precioso pero con demasiados visitantes! Es también destacable el civismo y orden en los momentos de hacer cola, en las entradas, compra de tickets, o en las diferentes secciones.
Estamos felices de poder desplazarnos a todos los templos con nuestras bicicletas. Admirados por lo bien cuidado y señalizado que está el carril para bicis. Ha sido una sorpresa muy agradable, ya que desconocíamos la gran ventaja de circular “puerta a puerta”. Normalmente aparcamos las tres bicis juntas con los respectivos candados que llevan incorporados a la rueda. A excepción de algún templo en el que nos obligan a entrar en un parking, pagando una tarifa válida para tres templos.
Otro día visitamos Fushimi Inari Taisha santuario principal de Inari. (Dios del arroz), en Fushimi-ku-Kyoto-Japón. En la base de la montaña Inari, de 240 m. Cuenta con senderos que llevan hacia los más pequeños. El Santuario, es famoso por sus largas hileras de puertas Torii de bermellón (5000), la colección más grande de puertas Torii en todo el mundo. Este es el santuario principal de la secta Shinto dedicado a los dioses del arroz y el sake. La puerta torii es un santuario sintoísta. En Japón hay 40.000 santuarios de Inari pero este es el más importante. Se camina cerca de 4´8 km. a través de diversas pasarelas a lo largo de un sendero que serpentea por un bosque natural, jardines, y estanques, llegando hasta la cima del Monte Inari, 240m. Es un lugar mágico, energético, lleno de luz y belleza. El inconveniente es que es muy popular y es muy visitado.Es el santuario principal de la secta Shinto dedicado a los dioses del arroz y el sake. La puerta torii es un santuario sintoísta.
Encontramos un rincón en el que podemos beber té “mu” (mezcla de 16 plantas que combinadas causan un gran efecto sinérgico) y comer huevos duros con sal. Nos es excusa para descansar y reponernos. El Santuario y alrededores son un lugar que mana energía y mágia, lleno de luz y belleza. Es costumbre entre los visitantes alquilar un kimono por un día, subir al Santuario y fotografiarse bajo los fotogénicos torii. Es muy colorista ver muchas parejas ataviadas con el tradicional traje. Lo que más relaja es salir del sendero y visitar los pequeños altares con sus ofrendas.Que deprisa nos pasa el tiempo en Kioto, ya tenemos que cerrar mochilas e ir hacia un nuevo destino… Magome para hacer el Nakasendo trail. Desde nuestro apartamento vamos en bus hasta la estación central, para desplazarnos en un Shinkansen a Nagoya. Desde allí con un exprés JR a Nagatsugawa y un taxi hasta Magome…¡Bufffff!
Continuará…
Galería de imágenes:
Holaaa. Quina passada Deu meu !!! Kioto sobrepassa totes les meves espectativas…bonic. interessant…quins carrers tant xulos al casc antic, i les geishas, els temples..sobre tot el del Deu de l’arros i el sake…quina preciositsat aquest viatge si que m’agradaria molt !! Sobre tot l’educació, neteja, silenci..ah i els jardins !!! Que bonics… que be poguer-ho fer..sou molt afortunats !!!…..,seguiu gaudin de tanta bellesa. I enviant aquests posts tant increibles…molts petons
A més a més amb el “Sakura” cada día a estat un regal visual. Japó es sorprenent . Seguim . Petons de Conmasde70
¿De verdad pueden retina y cerebro guardar tantas imágenes y tanta belleza?. Luego necesitaréis por lo menos un año para disfrutar con el recuerdo
Cierto. Sí, cada día tenemos un montón de nuevos “inputs”. Por ello hacemos el blog, para no olvidar nada. Japón es un gran país que enamora. Un abrazo doc. Conmasde70