Un madrugón bien merece poder ver el Monasterio Colgante sin gente.

Durante el recorrido de 60/70Km, atravesamos riachuelos, campos sembrados, alguna pequeña aldea… hasta que de pronto, la visión del templo colgado en la montaña (como si de un nido de pájaros se tratase), nos transporta a otra diríamos «dimensión», a un lugar mágico por lo inverosímil de su ubicación. El lugar respira una atmósfera de quietud, paz, oración, incienso y ofrendas.
Xuan Kong, el Templo Colgante, fue construido por los propios monjes, en el año 491, aprovechando los huecos y sinuosidades del la empinada ladera del Monte Cuiping (parecido a un acantilado), permaneciendo intacto hasta nuestros días, quizás debido a dos restauraciones en las dinastias Ming y Qing.
Nuestra guía local «Li», al hablar un español muy fluido, nos facilita la comprensión de sus extensas explicaciones.
El emplazamiento sobrecoge, te deja por unos momentos sin habla. Nos transportó a los tiempos en que gozaba de todo su esplendor, con la resonancia de los repetitivos mantra, el sonido de los Dungchen y los ceremoniales con cantos y preceptos budistas. Hasta hace apenas un año, aún habitaba una pequeña comunidad de monjes budistas, pero debido a la afluencia de visitantes se retiraron a un templo cercano, explotando el monasterio como reclamo turístico y modus vivendi.

Esta joya arquitectónica da la sensación de que está prácticamente en el aire. Se construyó a más de 70 metros del suelo, para que cuando las aguas del río Jinglong, creciesen no se inundara.

Arriba, después del ascenso, a vista de pájaro, se divisa el río, la presa y los cultivados campos

Los tejados mezclan el verde con el amarillo, colores del emperador, y presumen de dragones esculpidos custodiando sus cornisas.y de pronto, cuando empieza a llenarse de turistas, solo que por un momento pienses en la fragilidad de las maderas y en la resistencia de las mismas…te coge el síndrome del «momento de pánico» e intentas descender lo mas rápido posible, en obligada fila india, para volver a contemplarlo desde abajo, dejándote impregnar de la perspectiva del mágico Monasterio Colgante y toda su historia.
Vale verdaderamente la pena madrugar, para escuchar aunque por poco tiempo (a los 15 minutos llegó un grupo de turistas), el sonido del silencio, sentirte «como un lama levitando sobre el río» y vislumbrar la panorámica a tus pies. Siempre recordaremos el impacto de ver un templo tan «colgado»
Quina xulada de templa!! Es una passada per la situació. T’entenc el que dius de la sensació amb els cántics, mantras budistes. Jo ho he viscut una miqueta i posa la pell de gallina. Pero aquest templa es únic. Jo quan puc veure algo excepcional sempre m’emociono donant gracies a deu per permetrem veur-ho. Oh !! Que tonta que em poso .. perdó.💚💛💜
La belleza causa este efecto en las personas sensibles. es una suerte poder emocionarse y saber agradecer todo lo que se nos ofrece en esta vida. Es un templo único como bien dices.
Que hermoso…..es algo que jamas habia visto….ni imaginado….me impresiona el tiempo de construccion y como sigue en pie……..yo creo que es especial y que los monjes lo extrañaran pero da acceso al publico…..a conocer las grandes cosas que el hombre puede realizar….MIL GRACIAS POR COMPARTIR
Los monjes lo siguen cuidando aunque no vivan en el. Gracias por el comentario.
Quin lloc tan màgic i únic!!m´encanten les fotos i poguer- ho veure encara que sigui virtualment!!Sou molt atrevits,tots ho sabem!!!a seguiiiiirrrr!!petonets
Aixó, aixó seguirrrr! volem seguir viatjant allà on sigui, es el millor de la vida!, mentre el cos aguanti…
Una maravilla que yo solo podría ver desde lejos, mi vertigo no me permite subir a según que lugares, pero tu lo cuentas tan bien que se puede sentir la sensación de pisar ese lugar tan especial. Besitos
Es un lugar mágico, sobrecoge el crujir de la madera a tus pies! Bss