Dejar Don Khon, este paraíso con 4000 islas en el Mekong, nos sabe mal en todos los sentidos. Han sido días muy placenteros y tranquilos con atardeceres bellísimos rodeados de exuberante naturaleza. Pero no podemos quedarnos en cada lugar hermoso en el que dejamos un trocito de corazón, siempre llevaremos con nosotros todos los bellos recuerdos en ellos vividos.
Desde Don Khon en el sur de Laos, nos dirigimos en autobús y ferry a la Isla de Don Khong y desde allá a Phnom Penh.
Son un total de 500 km. Y un paso muy lento para hacer los trámites en la frontera Lao /Camboyana. Camboya es un país con 3 fronteras: Tailandia, Laos y Vietnam. Está atravesada por el río Mekong.
Desde las 8:am en bus llegamos a Phnom Penh a las 9:pm. Cansados de no poder estirar las piernas, mal comidos y somnolientos. La entrada en el país por carretera es deplorable por la polvorienta ruta, la suciedad, las basuras acumuladas por doquier y la patente pobreza. Ya cerca de la capital, la limpieza es algo más notoria, se aprecia una ciudad bulliciosa con muchísimas motos y gente por la calle. Estamos más cansados que si hubiéramos hecho un treeking por lo que de la terminal de buses vamos en tuctuc directos al hotel. Phnom Penh, conserva vestigios de la arquitectura colonial francesa. De día la ciudad tiene otro sabor por lo que salimos temprano a recorrerla.
Mario tiene muy buen ojo en escoger los hospedajes. Como siempre al lado de los lugares de mayor interés local (Palacio Real y Museo Nacional).
Nos entusiasma curiosear por el pequeño Kandal,s market, en donde nos llama la atención la venta de pescado vivo, las ranas deshoyadas y los calamares desecados.
Es formidable poder fotografiarlo todo. Los vendededores no se inmutan e incluso te devuelven la sonrisa.
Deambular por un mercado es lo que te hace ver y valorar cual es el nivel de un país.
Ver la variedad de productos de su huerta, sus frutas, sus diferentes pescados, carnes …etc
Así como también el modo de presentar, envolver y empaquetar.
Hace un calor tan sofocante que caminamos bañados en sudor, por lo que volvemos al hotel para ducharnos y cambiarnos de ropa antes de comer.
Está plagado de tuctuc, cuyos conductores son «demasiado amables» pues no cesan de ofrecernos sus servicios, incluso caminan a nuestro lado, con unas fotos de los lugares a los que nos quieren llevar. La gente habla inglés en su mayoría, y se les ve muy desenvueltos con el viajero.
El paseo por Sisowath Quay nos gusta a pesar del calor. Vamos bordeando el río Tonle Sap (afluente del Mekong), en el que se ven casas que conservan el estilo colonial, tiendas y restaurantes. Para reposar del sofocante calor, escogemos un lugar exótico que nos llama la atención ya en la entrada.
Parece la terraza en la cubierta de un barco, claro está su nombre es Titanic». Más tarde escogemos para comer un lugar emblemático en la ciudad, el FCC, de estilo colonial con mucha historia de intrépidos reporteros, viajeros y políticos en sus paredes. Disfrutamos de nuestra primera comida camboyana que cuenta con platos nacionales variados parecidos a la cocina laosiana o tailandesa pero con menos especies.
El pescado de agua dulce se presenta en todo tipo de formas y tamaños.
Desde el Siluro gigante del Mekong hasta los pescaditos fritos de aperitivo.
Camboya adopta también elementos culinarios de China e India.
Aconsejamos probar la «kyteow» o sopa de fideos de arroz, la «babor» o gachas de arroz con un poco de pescado.
Los camboyanos como auténticos omnívoros comen insectos,algas o vejigas de pescado. Pueden cenar feto de pato, cerebros de animales, ranas o arañas.
Tradicionalmente el pescado se come en trozos envueltos en hojas de banano con salsa de cacahuete molido.
Las ensaladas también son deliciosas.
La frutas más populares son : mongkut y sao mao. La primera tiene la piel morada y sus gajos son blancos muy exquisitos. El sao mao tiene su piel cubierta de pelos rojos y verdes con un sabor parecido al lichi. Pero la fruta que mas nos gusta es el mango maduro y como no el batido de mango.
La hora punta de la salida de colegios y oficinas es tremenda como puede serlo una ciudad con miles de motos, tuctuc y grandes todoterreno. ¡Caótica! Al atardecer hay mucho ambiente en los pequeños restaurantes, las aceras están invadidas por coches y motos, por lo que andar por la calzada es una aventura y más aún si vistes de negro.
Desayunamos pronto para salir en bus hacia Sihanoukville donde tomamos un ferry que nos conduce hasta Koh Rong,
allí tenemos que cambiar de barca para llegar al otro extremo de la isla, a «Sok San new beach» ¡Queremos ver el placton luminiscente!!!! La llegada es como la de los libros de aventuras de Enid Blyton.
La lancha nos deja solo a nosotros en el pantalán de desembarque construido con tablones viejos de madera separados unos de otros,
por los que a través se ve el agua azul turquesa y verde esmeralda (según le incida el sol) Tienen muchos clavos, agujeros y astillas. No podemos dejar de mirar donde pisamos, cargados con las mochilas ya que es fácil tropezarse a los «70» y caer.
Al final del pantalán vemos las sencillas cabañas también construidas a base de tablones y troncos.
Verdaderamente muy sencillas. Cama, mosquitera, ventilador y ducha son el máximo lujo que podemos encontrar aquí. Nos hemos explicado mal, el máximo lujo es este mar azul turquesa y esa arena blanca que duele a la vista con solo mirar. ¡Que lugar! El agua tiene un azul cambiante según la hora del sol, turquesa, verde esmeralda, turquesa claro. Es tibia a cualquier hora del día.
Que bien hemos hecho eligiendo este lado de la isla, pues apenas hay gente.
Al amanecer somos «Robinsones», baño en solitario, paseo descalzos por la fina arena contemplando la belleza del entorno de nuestra cabaña.
En la isla de Koh Rong , el agua es azulísima y la arena blanquísima!
Cuando el sol incide de lleno perpendicularmente parece una foto retocada con Instagram. Es la segunda isla más grande de Camboya. Situada en la provincia de Koh Kong a unos 25 kilómetros de la costa de la Sihanoukville en el Golfo de Tailandia, la isla tiene una superficie de aproximada de 78 km2. Incluye una gran bahía con forma de corazón donde se crían crustáceos. Contratamos un tour de un día que nos ofrecen aquí en Sok San, para hacer snorkle y ver la luminiscencia del placton. La condición es la de que queremos ir solos. ¡No problem! A la hora convenida estamos en el pantalán. Al poco se acerca una barca de pescadores, de esas tan bonitas, completamente en madera de color verde y azul en el exterior con tejadillo desde media proa a popa y de color naranja o rojo en el interior.
Su patrón un joven de 14 años y el grumete 8 o 9…Viendo como atracan y maniobran podemos subir tranquilos y navegar con ellos todo el día. Practicando snorkle sobre los corales vemos un pequeño banco de peces azules y un grupo algo mayor con rayas blancas y negras. Nos entrenamos con la cubierta estanca especial para el IPhon, que resulta ser un fiasco! Se dispara cuando no debe, cambia el formato a su aire…por lo que nos olvidamos de las fotos y disfrutamos libremente. La única foto que conseguimos obtener es esta que añadimos al blog y que no tiene ni un pez…Aichhhh! Todo lo que vemos son pececillos, el de mayor tamaño no pasa los 20cm. En fin…Por lo tibia, clara y bonita que está el agua, no es el lugar de ensueño para ver fondos marinos alucinantes. Vamos hacia otra zona y con la barca detenida intentamos pescar con el sistema de palangre de fondo. Los plomos son tuercas de hierro, los anzuelos oxidados ensartan los pedacitos de cebo. Los cuatro tenemos las mismas posibilidades, pero solo pesca el patrón.El niño es el que se encarga de proveer los señuelos. Mientras conmasde70 suelta hilo y lo cobra ¡El joven ya lleva tres!
Más tarde navegamos hacia una playa a la que accedemos a pie con el agua hasta los hombros, ya que la barca más cerca embarrancaría. Disfrutamos muchísimo pues no teníamos ni idea de esta comida/cena inesperada.
Es alucinante como se manejan los dos «niños», hacen una salsa con limón, pimienta agua y azúcar mientras el fuego prepara una buena brasa. Los pescados tal cual con escamas, tripa y a la parrilla. ¡Delicioso! Después, mango, banana y pineapple. Y como fin de fiesta un bello sunset. Regresamos a la barca, esta vez con el agua por la cintura (ha bajado la marea). Nos dirigimos a otro punto en el que veremos la luminiscencia del placton. Tenemos suerte, no hay luna o por lo menos está cubierto. Hemos venido especialmente para ver el plácton luminiscente, el espectáculo natural nocturno de las “luciérnagas”. Leímos en blogs de otros viajeros el consejo de acudir a la playa de Sok San, situada en la costa sur, para verlo con seguridad. ¡Y aquí estamos! Es como una fiesta natural nocturna verdaderamente mágica!. Debido a las luces silenciosas como luciérnagas o estrellas fugaces chiquitinas que aparecen en el agua, parece que estamos en un sueño irreal que nos maravilla. Se trata del plactón fluorescente o fitoplacton, un fenómeno que se da en las aguas de temperaturas cálidas cercanas al trópico. Este fenómeno de la bioluminiscencia se produce cada vez que hay un movimiento violento en el agua. El espectáculo se debe a la presencia de millones de partículas luminiscentes de fitoplancton, pequeños seres que emiten luz cuando reciben estímulos externos, por ejemplo: el golpeteo natural de las olas al romper, un chapoteo, o simplemente remover el agua con la mano. Cuando la barca se detiene y se nos acostumbra la vista a la oscuridad, empezamos a agitar el agua desde la cubierta, al instante las lucecitas azules como chispas salen de nuestras manos. Es un momento mágico y emocionante, además precioso. Es como crear luz a tu «orden». Intentamos fotografiarlo pero no sale nada, tienen poca intensidad para ser captadas por la cámara del IPad. Nos olvidamos de las fotos y disfrutamos como dos niños agitando y agitando…¡Cada vez vemos más! Nos colocamos las gafas y el tubo y bajamos por la escalerilla, ninguno de los dos se atreve a saltar en la oscuridad. Estoy ya en el agua emocionada por ser creadora de tanta luminiscencia, cuando Mario salta desde la escalerilla, le veo cubierto de luz!, es tan bonito! Me emociona mucho oír a Mario gritar ¡Uaaaa! Con un sonido estridente debido al tubo de buceo.
Foto obtenida en internet . Ya que en las nuestras no se ve nada de nada, sólo oscuridad.
¡Imaginad, lo mismo en pequeña escala rodeando la barca a medida que nosotros agitamos pies y manos! Es como un sueño del que disfrutamos intensamente, hasta que fatigados subimos a la barca. El barquero se divierte con nuestra diversión y asombro, y no es para menos ya que hemos gritado y disfrutado como dos niños.
Y llega el día de la partida. Es mucho lo bien que hemos estado aquí jugando a «Robinsones». Nos consuela pensar que siempre podemos volver… El hacer un blog nos ayuda a ordenar tanto las fotos como las experiencias, todos los recuerdos y las muchas vivencias que vamos adquiriendo en el transcurso del viaje.
En el catamarán rápido regresamos rodeados de esa agua tan azul que nos queda en la retina para siempre. Llegamos a Sihanoukville donde hay mucha oferta de pesca, snorkle, cuevas, islas, diversión, gastronomía y claro está, muchos viajeros! Lo cual nos choca un poco trás los días en solitario…
Es una lástima que Camboya tenga establecida la economía «dólar». Este hecho ha provocado un encarecimiento general de todos los productos, en más de un 25% en relación a los demás países del Sudeste asiático.
En los comercios, hoteles y restaurantes, dan su coste en dólares. Su riel (KHR) se ha establecido a un cambio de 1€=4.000 KHR a igual que el dólar USD. Resumiendo para viajar por Camboya es mejor llevar dólares en vez de euros. Es el país en el que hemos visto mayor cantidad de cajeros automáticos.
Continuará…Galeria de imágenes
FANTÁSTICO !!!
ESTO PARECE UN DOCTORADO EN TURISMO.
GRACIAS POR TRANSMITIRNOS ESTA EXPERIENCIA.
Carmen, que bueno te gusten los posts, a nosotros nos ayudan a tener la mente despierta y a superarnos …ja,ja. Petons amb el nostre carinyo
Que bonitas fotos. A nosotros nos encantó Camboya. Deseando leer el siguiente relato. Disfrutad
El lugar es precioso y claro las fotos lo agradecen ! Gracias por acompañarnos, hasta el próximo post!
MA RA VI LLO SO
Lo es, gracias. Y aún más maravilloso el gran misterio de la vida. FELICIDADES DE NUEVO, ABUELITA!
La verdad es que me enganchais con vuestras fotos y comentarios, es como cuando siges una telenovela, quieres saber que vendra despues¡
Me haceis soñar un ratito!
Por cierto ¿porque señalas como aventura el ir de negro? ¿Es que todos van de blanco?
Es un poco una novela por entregas como bien dices! Ja,ja,ja
Sobre lo de ir de negro es porque algunas calles están poco iluminadas y como las aceras están invadidas por las motos, no tienes otro remedio que pisar la calzada y si vas vestido claro té ven mejor…A veces nos colocamos el frontal de las excursiones, pero esa vez no le llevábamos en la mochila. Un abrazo con mi cariño.
AVENTURA!! AVENTURA !!!! Super emocionant. Val la pena encara que paseu alguna penalitat en els desplacements perque desprès la compensació es enorme. Segueixo disfrutant moltissim amb els vostres posts. Cuideuse molt i espero que duri molt de temps, dons em.feu feliç… petons
Ens alegra que ho trovis emocionant ! Aixi com que gaudexis dels posts. Seguim andevant, saboreixan totes les coses. Una abraçada.