Si viajar en avión ya es en si una maravilla, hacerlo con millas aéreas gratuitas lo supera. Nos beneficiamos de ellas antes que caduquen. En el radio de distancias posibles Conmasde70, escogemos Rusia. Hasta el momento, no hemos tenido la ocasión de visitar Moscú, ciudad llamada “Ciudad de 40 veces 40 iglesias”. Pensamos que después del Mundial del 2018 lucirá resplandeciente y acogedora.Cuando falta una hora para aterrizar el sol se está acostando, las nubes se tiñen de rosa y la luz es cada segundo más tenue. ¡No podremos ver la tan deseada visión de la estepa desde el cielo! ¡Aterrizamos!
–Dobryy den, nos dice la azafata, ¡Dobryy den! respondemos sonrientes…
Llegamos al aeropuerto Internacional de Moscú-Sheremétievo puntuales. La primera impresión a la llegada, al ver los carteles y rótulos es la de que va a ser difícil entenderse. Cambiamos unos pocos rublos esperando hacer mejor cambio en el centro (c/ Arbat). El ser acosados por un par de taxistas (con una tarifa astronómica) nos decide el subir al tren exprés en el mismo aeropuerto con dirección al centro. Al llegar chispea un poco, paramos un taxi hasta el hotel. La primera impresión es que la gente es amable y aunque no hable inglés ayuda.Moscú también llamada «La tercera Roma«, (2ª Constantinopla) fue desde el S.XV ejemplo del mundo cristiano ortodoxo y heredera del imperio bizantino, adquiriendo una personalidad única. Lenin la convirtió en un poderoso imperio llegando a ser el corazón del mundo comunista. Hoy día después del desmembramiento de la URSS, sigue siendo el motor de la economía oriental.Nuestra primera toma de contacto con la «La Plaza Roja», la más famosa de la capital, nos impresiona. La recorremos de punta a punta. Es exacta de como la habíamos visto en películas. Enmudecemos de admiración, complacidos por poder andar entre los peatones que la cruzan, siempre apasionados fotografiando lo monumental y de gran belleza arquitectónica. “Plaza Roja”, por el rojizo de las fachadas de sus edificios y porque la palabra actúal “Krásnaya” significa roja, pero en el idioma antiguo significaba “bonita”. Y es mucho más que eso, es… ¡Preciosa! Está muy concurrida, es inmensa, su longitud es de 330 m. y 70 de ancho. En total 23.100 m² de superficie. Queremos disfrutarla a todas horas: de día, al atardecer y por la noche con su especial iluminación. ¡No tenemos prisa! Junto con el Kremlin, es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. En la plaza se encuentran el mundialmente famoso sepulcro (mausoleo) de Lenin. El kilómetro cero de la ciudad se localiza en la Puerta de la Resurrección. Atravesamos sus enormes verjas negras y admiramos La Catedral de Kazán de colores dorado, turquesa y coral, réplica de la que fue en su día, ya que Stalin ordenó su demolición por obstaculizar desfiles y manifestaciones. Más adelante el Museo Estatal de Historia, luce colosal con su fachada roja, anteriormente la Principal Tienda de Medicina de la ciudad.Como guinda del pastel ¡La Catedral de San Basilio! Templo ortodoxo de estilo bizantino, con cúpulas en forma de bulbo o cebolla (acebolladas) muy bien coloreadas, capillas intercaladas con distintos niveles…etc. Sus materiales de ladrillo y piedra blanca tan coloristas nos recuerdan la casa de golosinas del cuento de Hansel y Gretel.¡Es de una belleza mágica, como una orgía de colores! Nos atrevemos a asegurar que es el símbolo de Moscú.
Nos llaman la atención las Galerías Gum, (antes Centro de Racionamiento) Convertido hoy en el centro comercial de estilo occidental de mayor envergadura de Rusia y también símbolo del nuevo capitalismo. Ohhhhh! ¡Como me gustan los escaparates! Sorprendentemente ofrecen marcas internacionales al igual que se encuentran en las más avanzadas capitales del mundo…Dubái, Tokio, NY…Moda de importantes diseñadores, prestigiosas marcas, lujosos escaparates y restaurantes de gastronomía asequible. En un típico restaurante de comida del país, tomamos «Uja» (sopa de salmón con patatas) y «Shashlyk» (carne de gamo con cebolla y setas), que acompañamos con pan negro de harina de centeno, y cerveza «báltica»…¡Na zdoróvie! (¡Salud!). Imposible averiguar las especies de la salsa porque no nos entendemos, nadie habla inglés en el local, nos parece eneldo en la sopa y con seguridad cantidades ingentes de cilantro en el guiso.
Para la visita del El Kremlin, antigua ciudadela, muralla y torres, madrugamos a fin de llegar puntualmente a su hora de apertura. Recorremos las salas de “La armería” disfrutando con los tesoros expuestos. Nos ahorramos los 137 escalones de subida a la Torre del Campanario de Iván el Grande, por estar en remodelación. Hasta el S.XX fue el edificio más alto de la ciudad. Impacta todo el conjunto de edificios civiles y religiosos situados en el mismo corazón de Moscú, frente al río Moscova . El recinto delimitado por la muralla incluye tres palacios (Palacio de Las Facetas, Palacio de los Terems, Palacio del Kremlin), y tres catedrales (Catedral de la Dormición o Templo principal del Estado ruso y sepulcro de patriarcas moscovitas). Catedral de la Anunciación (Iglesia de los grandes zares y principes rusos destinada a las ceremonias de carácter familiar) y la Catedral del Arcángel, o templo sepulcro de principes moscovitas y feudales así como los primeros zares rusos. No está permitido hacer fotos en el interior, lo que nos encanta ya que con el móvil y sin flash no hay quien nos detecte. Todo es tan interesante y grandioso, como kilométrico y extenso. Tantas capillas, iglesias y catedrales encerrando tesoros de incalculable valor, las cuales queremos ver y observar con detenimiento pero es imposible abarcar tanto arte en un solo día. Además sin apenas darnos cuenta nos hemos quedado sin pilas. ¡Estamos agotados! parece que no acabamos de llegar nunca de un extremo a otro. Nos está robando el aliento tanto la belleza como el cansancio. Mañana será otro día, descansamos por hoy…
Nos llegamos andando por la orilla del Moscova, hasta llegar a la Catedral de Cristo El Salvador, templo de la Iglesia Ortodoxa. ¡Como nos gustaría poder asistir a alguna ceremonia de rito bizantino ortodoxo para oír sus cantos! (esperamos que en los días que estamos en esta tierra tengamos ocasión para ello). Es gigantesca, nos parece exagerado su tamaño, pasamos un puente para poder fotografiarla entera en toda su dimensión desde la otra orilla.
El museo de Alexander Pushkin de Bellas Artes es sumamente interesante, sobretodo la sala con los Tesoros de Troya y la sala de Mesopotamia/ Babilonia de 1800 AC.
Entre la impresionante colección de obras de tan ilustres pintores nos detenemos más tiempo para contemplar la obra de…Rembrandt Y Rubens especialmente. Otro día, en la misma calle Voljónka visitamos “The Pushkin State Museum of Fine Arts”… Una galería de arte europeo para deleitarnos contemplando obras impresionistas de Renoir, Manet, Monet, y post-impresionistas como las de Van Gogh, Gauguin, Miró…Y Picasso entre otros. Es maravilloso ver directamente obras genuinas que solo conocemos por litografías y libros de arte. Los museos nos cansan, pero nos vale la pena acercarnos de lleno a los maestros que estudiamos en la adolescencia.Conmasde70, estamos haciendo el «viaje de fin de curso» que no hicimos en su día. Desde luego el arte no tiene edad para poder disfrutarlo.
Una vez en el Teatro Bolshoi, con las entradas compradas desde casa por internet, para el ballet «Onegin», intentamos encontrar localidades ( sin éxito) para otro día de «Anna Karenina» (por internet estaban agotadas). Dos buenas entradas estupendamente centradas nos adentran en esta obra desconocida para nosotros, de la historia de amor no correspondido, entre una chica campesina con un “Don Juan” aristócrata. De los tres actos inspirados en el poema de Alexander Pushkin, con música de Tchaikovsky, nos impacta la escena del duelo entre Lenski y Onegin, cuando el primero cae muerto al primer disparo. Disfrutamos con el magnífico vestuario, la genial puesta en escena, y por ser testigos de la virtuosidad, habilidad y estilismo de los bailarines en esta gran disciplina que es el ballet clásico ruso. ¡Otro mundo!La pareja que interpretan a Tatiana y Onegin, es perfecta, ágil y de lo más volátil ¡Dioses! que vuelan en el escenario con una gracilidad desmedida. Salimos maravillados, muy satisfechos y con el espíritu henchido. iOhhhhh, que modo de volar! Qué gran compañía, qué gran ballet. Y qué manera de expresarse corporalmente. Nos hacen entender en cada movimiento y gesto los estados de ánimo por los que pasan, amor, deseo, rechazo, ensoñación, odio. ¡Sublimes!
Convento de Novodevichy, amurallado con torres de vigilancia que sirvieron para controlar los posibles ataques. Completamente en remodelación, hemos adivinado su belleza a través de sus andamios. Patrimonio de la Unesco. El lugar respira un agradable ambiente de calma entre jardines y un lago, que invita a pasear y relajarse. Cuando concluyan las labores de remodelación será un punto a tener en cuenta como imprescindible.Antiguamente, fue residencia de las mujeres y familiares del zar que querían tomar los hábitos, tras quedarse viudas o para pasar sus últimos días de vida. Actualmente, se ven monjas residentes en el mismo.
Justo al lado visitamos el cementerio Novodevichy. Nos impactan sus tumbas, auténticas obras de arte con esculturas de grandes personajes históricos del país. Apenas hay ángeles, querubines o vírgenes junto a las sepulturas. Más que un cementerio parece un museo al aire libre. Es agradable pasear contemplando esculturas la mayoría en bronce, con estampas de momentos de la vida de verdadera ternura.
Parque de Kolomenskoye junto al río Moscova, al que llegamos en metro hasta la estación de Kolomenskaya y caminando cinco minutos por la c/ Novinki, llegamos a la entrada norte del recinto que compone la antigua residencia de los grandes duques y zares de Rusia. Es un parque que poca gente conoce (nos lo recomiendan unos viajeros), y es de agradecer pues es precioso y sobretodo tranquilo.Sus frondosos bosques esconden iglesias, santuarios, palacios y bellos jardines. La Iglesia de La Ascensión es su joya escondida, en piedra blanca y cúpula octoédrica. Pertenece a la lista de la Unesco. Otro edificio muy bello y colorista en el parque, es Palacio del Zar Aleksey Mijjàilovich.¡El color del otoño en el parque es notable!
El nuevo distrito financiero o Centro internacional de Negocios, «Moscow-City», ubicado en el Distrito Presnensky al oeste de Moscú, sobre el dique de Krasnopresnenskaya, tiene una extensión de 1Km2. Lo vemos de día para tener la oportunidad de pasear junto al parque, pero imaginamos que los rascacielos con sus cristales en gama de azul lucirán majestuosos e innovadores reflejados en el rio por la noche. Este «CINM«, combina oficinas de negocios, espacios habitables y de entretenimiento. Es como una ciudad dentro de la ciudad.
Queremos saborear un poco la noche de la ciudad, paseamos por las calles peatonales…Y buscamos un restaurante a escoger entre tantos.¡Hay muchos!La ciudad por la noche está muy animada, con los comercios abiertos hasta las 22h. Nos divierte releer las cartas de los restaurantes para decidir que cenar…Todos los edificios del centro están iluminados. El dicho de que Moscú no duerme, es bien cierto. Hay diversión para todos los gustos y bolsillos.La gastronomía rusa tiene gran variedad de platos, muy sabrosos y apetecibles. Nosotros siempre pedimos distinto y luego compartimos para tener ocasión de poder degustar más platos.En las fotos: Cordero al vino blanco con cebollas tiernas, finas hiervas, ajo y salsa tkemali. Y Filete Stroganoff. (Buey guisado con crema de leche y almendras)
No queremos irnos de la ciudad sin experimentar lo que es «Una bania». Desde nuestro primer día buscábamos la ocasión y al final justo el día antes de tomar el tren con destino a San Petersburgo, encontramos nuestra banii pública, “banii Sanduný “en pleno centro, justamente a una calle de nuestro hotel, En está bania se mantiene la tradición desde el siglo XIX. El nombre ruso bania procede del griego y significa “quito el dolor y la tristeza”. Similar a nuestra sauna, término medio entre el hammam o baño de vapor turco y a la sauna seca finlandesa. La pena es que no es mixta por lo que cada uno va a un módulo distinto, ¡Ya nos reencontraremos en dos o tres horas! La entrada de mujeres es distinta, de una arquitectura y decoración más sencilla. Las ramas de abedul secas se reblandecen con agua caliente mientras en la ”parilka” el cuerpo se prepara para abrir todos sus poros.La experiencia es formidable, tras la ducha entras en la «parilka», durante diez minutos, seguidamente sales hacia la ducha fría o te introduces en las barricas individuales de madera que contienen agua helada.
Se vuelve a entrar a los cinco minutos. Cuando se transpira, te echas en uno de los bancos al que han colocado una colchoneta fina sobre la que han extendido una sabanita y acto seguido cinco minutos en decúbito prono y otros cinco en supino, te dejas golpear con la suavidad de los ramos de abedul remojado en el agua caliente. Dos habilidosas “ matruscas”, se turnan. Una de ellas realiza los 5’ de cara y la otra los 5’ de espalda. Tiene que ser agotador para ellas dar el masaje a tan alta temperatura…Masaje, azote, masaje y azote, con rítmico compás por todas las zonas del cuerpo. Una experiencia inolvidable y recomendable.Al finalizar te acompañan hacia una mesa de mármol, donde te tumbas boca abajo apoyando la cabeza sobre las dos ramas de abedul a modo de almohada, para recibir el agua fría vertida de los pies a la cabeza. Conmasde70 con las “ caricias de rama de abedul” y 2 rituales de “Parilka”, estamos al punto de máxima relajación. Una experiencia inolvidable y muy recomendable. Al finalizar el relax y tomar un té en el mismo vestuario, uno se siente volátil y súper relajado. Felices por la oportunidad de haber podido sentir en nuestros cuerpo este ritual terapéutico de estilo moscovita. “Donde fueres haz lo que vieres” (este es nuestro lema viajero)… El ser estimulados con el abedul, nos ha sido una experiencia más a cargar en nuestra mochila de Conmasde70…Es evidente, que en esta capital se han mezclado tanto las culturas como la arquitectura de pueblos de Europa y Asia.
El metro, es nuestro transporte ideal, barato y con una red muy extensa con la característica de tener estaciones dignas de un museo. Nos parece algo tan excepcional que merece editemos un post especial.
Galeria de imágenes
Continuará…