Llegamos a Osaka con el JR Osaka.  El transporte y conexiones es perfecto en puntualidad, eficacia y orden…¡We love Japan!Aquí es patente ver como se mezcla la tradición con la modernidad.                     La oferta hotelera en Japón es muy extensa, pero sobretodo, en las grandes ciudades es costosa para nuestro bolsillo. Por ello, adoptamos una opción más económica, el apartamento de alquiler por días.                                    Dos días antes de llegar a Osaka, recibimos vía e-Mail las instrucciones a seguir para la llegada: Estación de tren, calle, número, código para abrir el buzón del apartamento como los de las cajas fuertes, con la llave dentro y un sobre con instrucciones para calefacción, aire acondicionado, microondas, agua caliente etc

Entramos en un pequeño apartamento de estilo japonés, con tatami, futones, bla, bla…¡Perfecto! Está muy bien equipado. De todas formas solo utilizamos la cocina para prepararnos el desayuno. Comemos y cenamos siempre fuera.   Osaka , situada en la desembocadura del río Yodo en la bahía de Osaka.  Historicamente está catalogada como una ciudad mercantil y «cocina de la nación» por ser centro para el comercio del arroz durante el periodo Eto. Es una ciudad de bloques de cemento y cristal, carreteras elevadas y mas bloques de cemento y cristal entre carreteras elevadas…Entre sus monumentos llamativos, nos interesamos por visitar y subir al Umeda Sky Building en en el barrio de Umeda, considerado uno de los puntos clave de la ciudad.Umeda Sky Building, edificio de dos torres conectadas entre ellas por 3 puentes, del arquitecto japonés Hara Hiroshi. Tiene un mirador u observatorio en su cima, con el nombre de Observatorio del Jardín Flotante, o Kuchu Teien en japonés, edificio de 173 m. de altura y 40 plantas. Se asciende con ascensores de cristal, y por escaleras mecánicas que unen ambas torres del edificio. Nos parece que estamos sobrevolando el rio. ¡Qué panorámicas más fantásticas!Desde las alturas, las vistas de Osaka son espectaculares en los 360º. A los pies del colosal edificio, un relajante jardín urbano «muy japonés» contrasta añadiéndole una interesante y colorista armonía. Nuestra hora predilecta para visitar rascacielos es a media tarde, y permanecer en el hasta el atardecer. Este futurísta edificio, es un alarde de ingeniería que merece la pena visitar, aunque sólo sea por subir sus «flotantes» escaleras mecánicas. Al otro lado del edificio es curioso ver un jardín vertical. En esta ocasión disfrutamos de la tarifa especial para “ seniors” de conmasde70.

Deambulamos por el barrio de Shin-Sekai o Sinsekai, donde encontramos cientos de restaurantes y la torre Tsutentaku al fondo. Cuenta con varios especializados en «fugu» pez globo. Es curioso ver la cantidad de formas que tienen para cocinarlo y presentarlo. El plato más popular es el sashimi de fugu. Lo cortan tan fino que el dibujo del plato puede verse a través de la transparente carne del pescado.Los platos se sirven a menudo con forma de flor de crisantemoOsaka, famosa como ciudad de «buenos comedores» y buena gastronomía, destaca por la gran cantidad de restaurantes en los lugares más inverosímiles.

Castillo de Osaka Cubre una superficie de un kilómetro cuadrado dentro del parque público del Castillo de Osaka. Es una reproducción del castillo original. Su restauración finalizó en 1997. La visita, nos coincide con las vacaciones de Semana Santa y en pleno “Sakura” por lo que hay mucha animación. Familias, parejas o amigos se reunen bajo los cerezos en flor, con una barbacoa o un picnic para celebrar la llegada de la primavera. Quedamos admirados viendo todo el ritual de disfrute que representa. Es muy bonito ver a la gente disfrutar bajo la sombra de los cerezos, y a modo de fiesta pasar el día. Si hay brisa, es muy lindo ver los pétalos volando al igual que si de nieve se tratara. Nos sentimos muy felices siendo testigos de este gran acontecimiento natural. Los japoneses lo celebran en cada rincón donde haya unos pocos.  ( plazas públicas, jardines, etc) Sin darnos cuenta nos pasa el día muy rápido, sin a penas hacer nada, tan solo pasear bajo los tantísimos cerezos, fotografiarlos todos, comer bajo uno de ellos y observar la felicidad que produce el Sakura entre los asistentes. Nos quedamos a ver la puesta de sol para ser testigos del cambio de color de los muros del castillo. Lo más bonito es ver brillar la simbología dorada de la glorieta, y singular ver aviónes sobrevolándolo constantemente.Ya al irnos hacia el apartamento, vemos un cartel anunciando “Cherry Blossoms Ilumination”, por lo que nos quedamos sentados sobre la hierba del jardín principal a la espera del cambio de luces. Hay un momento en que los cerezos parecen completamente nevados. Es precioso. Hay muchos fotógrafos preparando sus trípodes a la espera de la aparición de la luna llena por un lado del castillo. Conmasde70, esperamos el instante en que la luna está justo sobre la parte superior del castillo en forma de pagoda y ¡Clic!

Al anochecer, las calles de Osaka se iluminan de neón y se llenan de turistas y visitantes bulliciosos que le imprimen un sabor especial. Es un bullicio distinto al nuestro, es silencioso sin gritos ni estridencias pero alegre, con sonrisas y amabilidad por doquier. Su oferta gastronómica es muy variada y su coste no exagerado. El barrio de Dotombori tiene muchas tiendas y restaurantes que por la noche se reflejan en el agua. Dotombori, zona por la que cruza un canal, es una zona de la ciudad  muy animada a cualquier hora, pero la más popular es por la noche, por su ambiente peculiar, la oferta de restaurantes, y sus grandes letreros luminosos.Como buscando «Pokémon GO» nos hace gracia ver y fotografiarnos con » el Glico-man de Dotombori» , y acto seguido enviarle la foto del símbolo de la ciudad  a nuestro nieto mayor (¡Ama lo electrónico!).  Es un neón publicitario de 1935, un rotulo de propaganda de dulces Glico, que representa un atleta corriendo sobre una pista de atletismo azul, cruzando la línea de meta.  Es un icono en Osaka. Hay mucho ambiente y bullicio. Los restaurantes junto al canal que sirven pulpo están muy concurridos, incluso con cola esperando mesas fuera. Comemos pinchos de pulpo, el típico “Tayoyaki”,  unas bolas de harina de trigo, agua y trocitos de pulpo, con algas y jengibre que están deliciosas.

Siempre el dicho…” Donde fueres haz lo que vieres” nos da resultado.

Nara, en los alrededoresa de la ciudad (59′ en tren), en la llanura de Kinai, cuenta con 8 monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad, entre los que visitamos: Parque de Nara, a los pies del Monte Wakakusa , celebre por sus ciervos sika, que campan libremente por toda el área. En el parque hay en libertad 1.200 ciervos, considerados mensajeros de los dioses y que hoy gozan en ser patrimonio Nacional.Nara-Koen, parque con el  Daibutsu o Gran Buda, En el templo Todai-ji  el templo budista de madera más grande del mundo, en el que en su interior se expones una gran figura de Buda.

Vamos en el tren local hasta Kobe. Desde la estación al puerto admiramos sus edificios modernos. Pasamos por el más alto de todos”Crystal Tower”, entramos y le preguntamos al conserje si podemos subir a la planta más alta para hacer unas fotos. Ante su afirmación subimos al piso n° 36. Arriba una gran cristalera nos descubre la parte del puerto y casi una panorámica de 360°. En su puerto está uno de los símbolos de la ciudad, la Kobe Port Tower, de 108 m. de alto. Desde su mirador de 360º ver la panorámica de la ciudad vale 600 yenes. Nos hace gracia que nosotros acabamos de ver la mejor vista desde la torre de cristal desde una altura superior ya que mide 135m. El Kobe Harbour Land es un brazo de tierra arrebatado al mar, en el que hay modernas instalaciones y restaurantes. El plato más famoso de la ciudad es el buey o la ternera de Kobe, considerada por los expertos como la mejor del mundo, debido a la dieta y cuidados del ganado durante su vida. Paseando por el puerto, vamos mirando los precios de las cartas y nos parecen excesivos. Le preguntamos a un chico si conoce algún lugar donde comer “Kobe beef”, nos indica el barrio de Nishinomiya, al que nos acercamos tras dos paradas de tren local. Un barrio en la parte no moderna de Kobe con muchos restaurantes y pequeños locales donde degustar el típico plato. Desde luego la ternera es deliciosamente sabrosa y tierna. ¡Mmmmm!Kobe, Prefectura de Hyōgo, es muy cosmopolita, relativamente pequeña por lo que nos es muy práctica visitarla. Nos encanta el ambiente de domingo sobretodo por el mercadillo de artesanías y la música en vivo. Se respira un ambiente muy europeo y americano.

De regreso a Osaka, hablamos con Maite (hermana de Mario y cuñadísima de Isabel), ya ha llegado de Barcelona haciendo escala en Helsinki, mañana vuela hacia Osaka. Pronto los abrazos.   ¡Yihaaaaaaaaaa! Qué alegría el reencuentro. Es algo grande abrazar a un ser querido después de dos meses y medio andando por el mundo. Ella, gran viajera de conmasde77, ha llegado hasta aquí para visitar los tres juntos las maravillas de Kioto y Tokio. Es un sueño hecho realidad, ya que lo preparamos con mucha ilusión el pasado agosto.                                                                                    Desde el aeropuerto de Kansai, nos vamos los tres en tren exprés dirección Kioto.

Continuará…

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