
De haberlos haylos, pero siempre a gusto del consumidor…
Es verdaderamente para los amantes de la adrenalina y de las sensaciones fuertes. La tirolina, me recuerda a cuando de niña me columpiaba tan fuerte que creía dar la vuelta con el columpio. Con la tirolina te deslizas por un cable, suspendido por un arnés muy seguro, a 120 metros de vacío por debajo (en el caso de Samaná). Lo puede practicar toda persona que quiere disfrutar de una visión diferente de la selva, sobrevolando y adentrándose en la naturaleza.
Nosotros ya casi somos «veteranos» ( de la tirolina…me refiero) , hemos disfrutado ya en tres ocasiones. Siempre que se nos brinda la oportunidad nos apuntamos rápido. ¡Nos gusta! . Sobretodo cuando penetras en pasos estrechos poblados de vegetación. ¡Te sientes Tarzán o Jane!
Acabas agotado por la tensión. Al finalizar el recorrido te tiemblan las piernas, y suerte que te ofrecen guantes, porque te agarras tan fuerte al cable que sin ellos seguramente te saldrían ampollas, (según Mario flictenas).

Aunque la instalación es segura, cuando estás lanzado al vacío, haciendo el circuito, tienes una sensación de pánico que es la que te lo hace emocionante, la sensación de «canguelo» supongo que es inherente al miedo a caer, por pensar que se pueda segar el cable, pero eso solo ocurre cuando el monitor te coloca en la punta de la plataforma y te da un empujoncito, después ya te olvidas, solo piensas en agarrarte fuerte y disfrutar de las impresionantes vistas aéreas mientras sobrevuelas los árboles.


Isabel, ets una dona d’empenta!!… i veig que tens dos seguidors que tampoc hi ha qui els pari!!!
Es super emocionant !
I found just what I was needed, and it was enrintaenitg!
Fantastic!
Es total ,se de que hablo porque lo he probado…y …me encantaaaaaaaa
yihaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ! super!