Acampando por Australia, 1ª parte

Mientras organizábamos nuestro viaje a las antípodas con nuestros dos hijos (1989), vimos un montón de veces la famosa roca, en atlas, libros de viajes…etc. Nos fascinó su nombre «Ulurú» o también «Ayers Rock« . Conocer que estaba considerada uno de los monolitos más grandes del mundo y que contaba con ser Patrimonio de la Humanidad  (desde 1987), nos pareció maravilloso. Poder visitar el monolito natural que al haber sido nombrado Patrimonio tan solo dos años antes, nos convertía casi en descubridores.

Trasladamos la fecha de 1989 a día de hoy para hacer el post en tiempo presente.También mezclaremos textos del libro de Isabel «Descubriendo el corazón de la Tierra» en su capitulo sobre Australia

La ilusión por compartir este viaje con nuestros hijos es grande, aunque el interés de cada uno de nosotros difiere entre sí. Mario quiere conocer la red y el sistema asistencial de los Flying Doctor (médicos en vuelo), y conducir por la llanura del Nullarbor. Oscar, pisar Ulurú, Devil´s Marbles y contactar con los aborígenes. Adriana, bucear en la barrera de coral, ver canguros y abrazarse a un koala. Para mí, lo mejor es poder viajar los cuatro juntos hasta el otro lado del globo y descubrir el continente más alejado para nosotros ¡Oceanía!

Los chicos están en pleno curso escolar. Ausentarse de los libros durante casi dos meses representa perder el ritmo, pero valoramos lo que van a experimentar y aprender. Pensamos, que la oportunidad no pasará dos veces, y ¡Nos subimos al avión! BCN / FRA / BKK / SDY . Llegamos a un país en el que la prevención ante todo tipo de contaminación es evidente, pues antes del control de pasaportes , nos revisan meticulosamente los equipajes.La acción permite evitar cualquier entrada de alimentos, animales o plantas.

La Toyota Vanette 4×4 alquilada en el mismo aeropuerto Kingsford Smith, para atravesar los aproximadamente 20.000 km.de recorrido por tierra australiana, dispone de 8 asientos, dos delante para conductor y copiloto, seguidos de dos filas de tres asientos, donde en más de una ocasión servirá para estirarse y dar cabezadas a pleno rendimiento. Nuestro equipaje de mano atrás en el maletero y el material de acampada, bidones..etc arriba en la parrilla portaequipajes.

El primer día lo pasamos adecuando el vehículo para la travesía, comprando un fuerte portaequipajes metálico, deposito de agua, bidones de gasolina, hornillo de camping gas, correas, un pedazo de manguera, un par de cazuelas, platos, cubiertos y muchas provisiones. Por la noche alojados en un hotel en Sydney perfilamos la ruta a seguir. Es divertido viajar con adolescentes interesándose por todo y más…Acordamos dejar la visita de la capital para el regreso de nuestro periplo, pues nuestro objetivo es vivir el outback (el interior remoto y semiárido de Australia) también llamado Woop Woop, o el» muy muy lejano».

La verdadera esencia de Australia la empezamos a saborear al alejarnos de Sydney, y transitar por sus afueras en dirección a Cairns, que dista la friolera de 3.000km. Las largas distancias entre poblaciones demuestran la extensión del continente, pudiendo encontrar algunas alejadas entre si 2.700, 1.800 o 900 km, alrededor de lo que todo es naturaleza o bien outback, que traducido literalmente es: todo lo que queda atrás, en el interior, las zonas rurales, desérticas o, como alguien dijo, «un lugar en la esquina de nada con ninguna cosa». Todo lo que no está en el litoral o cerca de grandes ciudades así se  considera y comprende las 2/3 partes del territorio australiano.

Los adelantamientos por la derecha, se nos hacen extraños e interminables al avanzar las largas columnas de grandes vehículos con remolques cargados de ganado. Los chicos se distraen contando las ruedas, el récord se lo lleva uno con 78. Los conductores a veces nos saludan sonando la estruendosa bocina exterior que accionan mediante una palanca. Adriana siempre les incita a ello, imitando su gesto, y acto seguido los bocinazos se dejan oír. El conducir por la izquierda hace a veces erróneo el reflejo rápido del conductor, sobre todo en los desvíos de carretera ya que ello genera instantes de duda.

Llevamos unos 900km recorridos cuando pasamos por una base de RFDS (Royal Flying Doctor Service). Es la ocasión de curiosear y conocer su organización. Dejando la carretera principal junto a una bifurcación, giramos en dirección a la base aérea. Una vasta zona de muro y alambrada cerca un gran hangar en el que se ven dos avionetas en su interior.Una amplia verja corredera abierta parece invitarnos a trapasarla. Mario se apea dirigiéndose decidido hacia el hangar. Al cabo de poco se asoma haciéndonos señal de avanzar. La pista de aterrizaje, muy bien balizada, queda justo detrás de la nave.Vemos con facilidad su extremo final; no es larga, calculamos un km. En medio, una pequeña torre de control donde ondea una diminuta banderola con la insignia y logo de RFDS acompañada por los destellos de la luz roja del señalizador.

Es interesante el conocer esta organización sanitaria, comunicada por radio onda corta, que ofrece servicios urgentes de salud en áreas extremas, alejadas y aisladas del país. La importante red de radio extendida por el territorio es su mayor arma de comunicación y efectividad. En base a una emergencia médica urgente en una zona alejada, se comunica con la base más cercana. Estos preparan la avioneta con el equipo necesario y despegan hacia el destino.

Para los aterrizajes, los pilotos comunican con los conductores de los tráilers en carretera y estos entre sí bloquean 1´5 km de carretera libre que queda preparada para el urgente aterrizaje.Las largas y rectas carreteras que durante cientos de kilómetros se nos hacen interminables, son perfectas pistas para los expertos pilotos de RFDS. Nos sorprende gratamente conocer el sistema operativo de tan buena organización, sin duda sus médicos tienen una excelente preparación en anestesia, cirugía, traumatología, ginecología y obstetricia, así como también en la técnica de pilotar toda clase de avionetas. Cada avioneta dispone de desfibrilador, entrada de oxígeno y electrocardiograma. Una verdadera ambulancia aérea. El sistema tras una llamada de emergencia, consiste en conocer vía radio el diagnóstico más aproximado. Si se trata de una mujer con un parto difícil, o un politraumatismo, se escoge un kit u otro, el naranja = a cesárea, el verde = hernia estrangulada, etc. Todo ello demuestra un gran despliegue de medios: personal sanitario, ingenieros, pilotos, elevado presupuesto para cada uno de los servicios médicos, intervenciones quirúrgicas, partos, evacuaciones ..etc. Lo que lo define un servicio sanitario afín a un país muy rico en recursos.

A medida que avanzamos los innumerables kilómetros, comprobamos la magnitud y extensión de tierra virgen, sin asentamientos, sin vallados. Terrenos con seguridad sin dueño, extensiones de tierra de nadie hoy día pero sin lugar a duda de aborígenes en el pasado. No es que conozcamos mucho sobre aborígenes, pero nos atrae su cultura ancestral conservada por ellos a través de los siglos, a pesar de lo diezmados que estuvieron por el racismo colonizador inglés hasta 1860. Los nuevos colonos (presos y convictos liberados) empezaron su nueva vida en Nueva Gales del Sur (Australia) destruyendo la cultura aborigen de la zona, llevándoles casi al borde de la extinción. Para entonces no existía Greepeace ni los Derechos Humanos. La ambición sin límites del hombre le hacia ver al aborigen como un salvaje, que no conocía aún el metal y fabricaba sus instrumentos de caza en madera, piedra o hueso de animal. Su carácter pacífico fue presa fácil de los colonos tan solo proporcionándoles alcohol gratuito en las aldeas.El alcoholismo, las masacres , la expulsión de tierras productivas hicieron emigrar a zonas desérticas del norte donde se llega a los 50ºC. Otros, en haciendas ganaderas, siendo explotados como mano de obra barata.  ¡EL MUNDO Y SUS CONTRASTES!

¿Donde está el aborigen que antaño recorría a pie descalzo durante toda su vida esa tierra, que uno cree descubrir cuando la visita? y… descubrirla sería vivir toda la esencia de su cultura, de su leyenda, de sus vestigios, de su arte, de sus canciones y caminar andando hasta el final de la melodía de cada canción. 

El interés en poder palpar de cerca su arte rupestre, gravado en las rocas y sus pinturas paleolíticas anteriores a las nuestras del norte de España (Altamira), aumentaba a medida que nos adentrábamos en su historia.

Durante los largos recorridos, el libro de arte aborigen adquirido en Sydney en la Abbey’s Bookshop, nos es excelente herramienta de consulta, ayudándonos a conocerlo, que no a entenderlo.

Las señalizaciones de tráfico en carretera son gigantescas, colocadas a ambos lados se pueden ver desde larga distancia. Nos detenemos para tomar una foto por lo pintoresco, son de color amarillo huevo con la silueta de los animales en negro. A partir de allí…¡canguro!¡canguro!.

Vemos un grupo de canguros a la derecha a lo lejos, una serpiente de gran tamaño cruzando la carretera con zigzageante parsimonia, emús en pareja… ¡Canguro a las tres! ¡Lagarto! ¡Lagarto!        Continuamos ruta, empieza a oscurecer…

Nuestro primer percance, es atropellar a un canguro solitario, o mejor digo, la colisión del canguro contra el vehículo. Se nos viene encima cuando lo estamos contemplando a nuestra izquierda. Va solo. Al ser el primero que vemos tan cerca, la excitación reina entre nosotros. Conduce Mario, ya lleva encendidas las luces de situación. Está oscureciendo. Aminora la marcha para que lo veamos con todo detalle. Lo vemos de perfil saltando en paralelo a nosotros. Tiene una altura de mas o menos un metro veinte y aparentemente de 30 o 40 kg. Calcularlo es difícil, ya que los saltos que da le hacen parecer un peso pluma. Salta hacia adelante antes que hacia arriba, adelantando muchos metros a cada impulso. Es espectacular ver su acompasado ritmo, parece ignorarnos. Hay instantes en los que vamos a la misma velocidad. De repente acelera su marcha saltando con medio giro hacia la derecha, estampando su cuerpo de pleno contra el alto guardabarros. El impacto es importante, no tenemos tiempo de esquivarlo, todo es vertiginosamente rápido. Parece que asustado, quiso evitarnos saltando por delante o bien la luz del coche distrajo su cálculo. El accidente nos deja muy mal sabor al no haber podido evitarlo, o haber sido quizás la causa, o por no habernos detenido a esa hora del atardecer como aconseja tráfico en las zonas de outback. Al poco, se hace la noche por completo, la carretera desierta se pierde en el horizonte.Las estrellas inundan el cielo en tal cantidad que iluminan con su luz ambos lados de la misma.Buscamos un lugar para cenar algo y pernoctar. Todo parece infinito, cualquier lugar apartado de la carretera principal es adecuado, todo es nada.

Preparamos el campamento en silencio, las tiendas, los vientos, el doble techo, las camillas plegables de lona, los sacos… Preparar el campamento en el outback es laborioso, tenemos que buscar un parapeto de protección, arbustos, la propia furgoneta, rocas… Nos es bello contemplar el pequeño campamento a la luz de las estrellas, en las zonas áridas de lagos secos que otrora fueran mar.   

Seguimos camino por tramos muy monótonos que se repiten una y otra vez. Cuando algo maravilloso ocurre a nuestro lado: Un emú hembra con tres crías corre apresuradamente al oír el sonido del motor, protegiendo bajo sus alas a los polluelos que corren junto a ella.

Una protectora estampa de Madre Naturaleza que nos enseña el alma del mundo del que formamos parte y las diferentes formas de vida y de vivír, si permitimos que los distintos lugares nos transmitan su identidad. El ejemplo de ese emú protector rodeado por todas partes de desolación, nos hace sentir amor por el planeta.

Tenemos ocasión de visitar el Waratah Park, en donde interactuar con canguros y koalas. Nunca pensamos que los koalas pudieran tener su pelaje tan fino y suave, parecen ositos de peluche u osos de felpa.

Es muy bonito ver alguna mamá canguro con un bebé en su  bolsa marsupial.

¡Que animal tan especial ! Aunque todos nos sabemos tristes por el atropello, ninguno comenta palabra sobre el asunto. Aquí en el parque podemos verlos de todos los tamaños y acariciarlos. Aunque nunca es lo mismo que verlos en libertad.  Al atardecer a lo lejos cuando de nuevo estamos en camino, vemos dos canguros saltando, incluso más tarde uno atraviesa la carretera cegado por los faros , ¡Menos mal! este saltó a tiempo. Con razón todos los vehículos en Australia tienen los guardabarros o parachoques tan altos, están hechos a prueba de canguro.

Avanzando los kilómetros, éstos nos dirigen a conocer otras comunidades, culturas y costumbres. Llegamos a Cairns, la pequeña población sin atractivos destacables, pero la que nos acerca hasta sumergirnos en el océano de paz de su arrecife en la barrera de Coral frente a la costa de Queensland (declarado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1981), y considerado el ser animal vivo más grande del mundo, con 34.870.000 ha. La grandeza de la barrera de coral tan rica en biodiversidad dificulta el poder asimilarla por completo, pues nos descubre un mundo submarino de exótica belleza y magia desbordante. 

Nadando en sus aguas cristalinas recuperamos el encantamiento sentido cuando niños a cada paso, en cada descubrimiento, rescatando de nuevo nuestra capacidad de admiración.

Esas aguas tranquilas azul turquesa barajan mas de 1200 variedades de peces de colores caprichosos y brillantes, con 200 espacies de corales duros y blandos, a lo largo de unos 2600 km de costa.

Todo este océano de vida es muestra de un universo, desvelándonos su misterio de creación.

Sobrevolando en helicóptero, podemos observar perfectamente la isla desde el cielo «Heron island« la que es nuestro hogar durante  unos días. (En la foto se ve la isla en la parte superior )

Días de relax, sin conducir, sin montar tiendas, sin consultar mapas…

En la isla de Heron solo cuenta bucear, caminar por la playa, observar aves y extraña flora, así como tomar el sol y descansar.

¡Bienvenidos estos días de vacaciones para descansar de las vacaciones!

Es un consejo terapéutico: ¡No quieras abarcar el mundo sin antes saborearlo bien! 

Una entrada forzada en el arrecife ( en la foto de color azul turquesa) permite la entrada en la isla a las pequeñas embarcaciones en el falso embarcadero o dársena artificial.

El pequeño islote emerge del propio arrecife.

Heron Island es un cayo de coral ubicado cerca del Trópico de Capricornio en el sur de la Gran Barrera de Coral.

La isla tiene aproximadamente 800 metros  de largo y 300 metros en su punto más ancho, dando un área de aproximadamente 16 hectáreas.

La mitad oriental de la isla está protegida y forma parte del Parque Nacional Capricornia Cays , con una estación  permanente de guarda parques en el lugar.

El bosque de la isla y las dunas que lo rodean proporcionan un hábitat para miles de aves marinas que anidan, como la pardela de cola blanca y el cabezudo negro 

El árbol principal aquí es el manjack Cordia subcordata,  Los árboles de Pisonia están presentes pero no son dominantes. 

Haciendo buceo (snorkel) en este paraíso marino, los cuatro buceando cogidos de la mano, con gafas, tubo, traje de neopreno y aletas  por entre formaciones coralinas, medusas y anémonas, avanzando en medio de estrellas de mar, tortugas, bancos de peces multicolores, bañados por la luminosidad refractaria del sol…

 

Me siento madre, me siento como «gallina clueca» abarcando el nido al completo.

El viaje enlaza, día tras día, con buenos momentos y otros no tanto: Un par de pinchazos, una multa por exceso de velocidad, la rotura de la correa del ventilador, el tener que dejar la comida al atravesar de un estado a otro…que se endulzan siempre con las risas espontáneas recordando momentos especialmente simpáticos.

A medida que avanzamos los km, el outback muestra diferencias en su hábitat, en su clima, en su flora y en su fauna. Empiezan los pastos, las haciendas, las grandes extensiones valladas con miles de cabezas de ganado…

Faltan 300 km para Darwin, cuando nos desviamos hacia el Parque Nacional de Kakadú (20.000 km2), la mayor reserva arqueológica y etnológica de la tierra por haber estado habitada ininterrumpidamente 40.000 años atrás.

Bien ilustrados con el libro y sus fotografías, la curiosidad por conocer su conjunto de ecosistemas, las costas bajas de arena, mesetas, planicies, tierras de bosque húmedo, ríos y sobre todo las especies endémicas de animales y plantas es notoria entre nosotros. ¡Es todo tan interesante!

 

Sobrevolar el inmenso parque nos da la idea de su gran magnitud.

La avioneta nos transporta sobre toda su orografía salvaje y de apariencia intacta.

Es sobrecogedor ver e imaginar la cantidad de vida que hay ahí abajo.

Una vista panorámica que se convierte en una escapada entre pastos, planícies y  barrancos que nos muestran con facilidad muchos animales transitando en su hábitat.

La vista de pájaro siempre conlleva la sensación de estar en un medio desconocido que nos recuerda el ansia del hombre por volar y la frustración de no haber nacido alado.

ANDAR el Kakadú, es vivir su desafiante belleza natural. ESCUCHARLO, es ensordecer al atardecer con cientos de hermosas cacatúas Corella ruidosas y poco tímidas, como también, salpicarse del estruendo de las Cataratas Gemelas.

NAVEGARLO, es emocionarse al ver en la orilla el tamaño gigantesco de un ejemplar de cocodrilo de tres metros aletargado durmiendo (quizás el temible «ginga» de los aborígenes).

OBSERVARLO, es sorprenderse viendo enormes cangrejos y aves diversas, o un lagarto varano de metro y medio que cruza el sendero.

Pero lo más interesante, sin duda, son las planicies inundadas por el aspecto visual de ver gran cantidad de saurios durmiendo en los barrancos de arena de los ríos o flotando con la cabeza fuera de las múltiples pozas.

Cuando el Alligator River se vuelve fangoso, tenemos la suerte de ver cantidades de ellos entre el manglar, y una tortuga comiendo algas del pasto subacuático.

En la zona del parque en donde hay formaciones rocosas, luce claramente el arte rupestre aborigen rico y complejo. Como la Ubir Rock, en donde vemos representada la historia a lo largo de los tiempos: Inundaciones, estilo de vida, conocimiento de las plantas y medicamentos naturales, técnicas de la caza de cocodrilos, así como de sus pobladores, desde cazadores,  recolectores del Neolítico, hasta los aborígenes de hoy. Andamos un circuito de un km, mirando y remirando el arte más antiguo existente en el planeta, en el interior de cuevas y bajo estratos de roca. Los gagudju dejaron su impronta espìritual en oquedades rocosas y paredes de toda la región, la más espectacular está en Nourlangie Rock, una escarpada elevación de piedra caliza con cantidad de cobijos naturales para proteger de los elementos a los indígenas. Es el corazón espiritual de Kakadú.

Dejar Kakadú con Darwin más atrás y en conjunto salir del Northern Territory es como abandonar la última frontera del mundo.

Estas zonas tan desoladas y asoladas, de mágica belleza, desafiantes de lo inhóspito, calientes de día y frías de noche, hacen experimentar lo intocado e inexplorado por lo remoto.                                        A medida que avanzamos los diferentes territorios, nos recreamos en el misterio aborigen, especialmente en la noche, antes de cerrar las cremalleras de las tiendas de campaña, damos la última mirada al cielo nítido regalado de estrellas, y nos sentimos cada vez más afortunados. .

Una noche pernoctamos en Mataranka, no sin antes habernos sumergido en uno de los más deliciosos baños de agua termal (34º) en una de sus salvajes piscinas naturales de roca oscura, rodeadas de densas palmeras. No muy lejos del Hotel Wallaby… seguimos el sendero ajardinado por el otro lado de la valla, hasta colarnos en lo que el hotel ha robado a la naturaleza, apropiándose disimuladamente  de una parte de las genuinas termas naturales. Nosotros no queremos pagar una entrada por algo que una entidad le roba a la naturaleza. Estamos en nuestro derecho, las termas son de quienes las pueden disfrutar, en este caso nosotros. No usamos, claro está, ninguna instalación, tan solo tomamos un baño en familia en la parte más alejada de la «civilización».

Continuará… Galería de imágenes 

4 thoughts on “Acampando por Australia, 1ª parte

  1. Un fantàstico viaje, al otro lado del mundo, muy bien documentado, i muy emocionante en cuanto a aventuras cotidianas. Esperando con ilusión la 2a. Parte..Bueno un besazo muy fuerte

    1. Gracias por el comentario.La 2ª parte es también interesante, como lo es todo lo referente a Australia. ¡Un gran país! En breve colgaremos el post que le sigue. Saludos. Conmasde70

  2. Lo explicas tan bonito que parece un sueño!
    Viajar es soñar despierto…pero que te lo cuenten y te parezca que estés soñando es todo un mérito…

    1. Gracias por el piropo! Nos alegra saber que hayas podido soñar leyendo nuestro post. Deseamos puedas seguir haciéndolo en el post de la 2ª parte sobre Australia. Un saludo cordial. Conmasde70

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